Es mediodía. Pedro Moreno atiende a varios clientes en su bar La Parada, en la localidad pacense de Siruela. Josefa, a unas calles de distancia, prepara la comida en su casa, donde está de obras dirigidas por su marido, albañil. Ambos tienen algo en común, además de ser vecinos del pueblo: han sido víctimas de robos en los últimos meses. Josefa, reiteradamente: ha presentado hasta seis denuncias.

Las investigaciones de la Guardia Civil se saldaron el pasado lunes con la detención de M. H., vecino de 41 años de Siruela, autor confeso de 14 de los 18 robos denunciados ante la Benemérita desde el año 2006, la mayor parte de ellos en casas de campo de las inmediaciones del municipio. A pesar de la confesión, el juez lo ha puesto en libertad aludiendo que sufre tipo de trastorno que le hace robar útiles que guarda en casa. Así, acumulaba varias mulas mecánicas, paneles solares, grupos electrógenos, motosierras, herramientas y materiales de construcción; todo por un valor aproximado de 30.000 euros.

Ahora los vecinos respiran más tranquilos y, con cautela, empiezan a quitar los candados .

Los propietarios de los objetos robados se acercan al cuartel de la localidad para recoger sus enseres, los que se han podido recuperar, ya que hay otros que no aparecen, por lo que la investigación continúa abierta. El único detenido hasta el momento sorprende a más de un afectado, puesto que pocos pensaban que esta persona, muy conocida entre los 2.000 habitantes del pueblo, estuviera tras los hurtos.

Josefa, por ejemplo, cuenta como en el plazo de quince días sufrió dos robos en una parcela que tiene en el campo, la última vez hace apenas un mes, además de sufrir varios destrozos; todo por unos 4.000 euros de valor. Su marido agradece la labor de la Guardia Civil y espera que las investigaciones aclaren lo sucedido "porque han detenido a este muchacho, pero eso es la Guardia Civil la que debe saber qué ha pasado".

Pedro Moreno también sufrió el robo en su bar. Se llevaron una televisión de plasma, la caja registradora, una tragaperras y una expendedora de tabaco, además de 20 décimos de lotería de Navidad. Fue el 21 de octubre pasado y nada de lo sustraido, valorado en 3.000 euros, ha aparecido, por lo que no está seguro de que las pesquisas que se llevan a cabo tengan relación con su robo.

Lo cierto es que la persona detenida "declaró que no hay nadie más implicado, que él lo hacía a diferentes horas de la noche, valiéndose de un carrillo de mano y de un motocultor grande con un pequeño remolque, con el que se movía por los parajes de por aquí", explica el sargento Alejandro Sarabia, comandante de puesto en Siruela, que insiste en que no se descartan más detenciones. El sargento reconoce que "había alarma social" y que ahora "los vecinos pueden estar más tranquilos", y aconsejó al detenido que reciba ayuda médica y viva con su familia.