"Continúa la recuperación de la economía de la región iniciada en 2014, aunque los datos de nuevo presentan un diagnóstico positivo, pero no complaciente de la situación socioeconómica de Extremadura y de España, pues siguen apareciendo realidades que deben ser corregidas y mejoradas". Es la conclusión de la Memoria Socioeconómica 2017 elaborada por el Consejo Económico y Social de Extremadura, y que ha sido presentada hoy en la Asamblea.

Extremadura sigue mejorando en términos de Producto Interior Bruto (PIB), pero esas "realidades" evidencia grandes brechas con el resto del país en infraestructuras ferroviarias, sobre todo, creación de empleo y tasas de pobreza.

En el acto, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha reconocido también que "no hay que ser complacientes", pero ha recalcado que la región "está creciendo con muchos menos medios y una situación de partida mucho más deficitaria que el resto de España".

Datos de la memoria

Entre los datos de esa memoria destacan que el PIB regional aumentó el pasado año un 3,45% hasta alcanzar los 18.520 millones de euros, pero por debajo del 4% que lo hizo en España. Dentro de ese valor añadido, el sector agrario fue el motor económico, con un incremento del 13,3%, seguido por la industria manufacturera (+8,3%), la industria (+6%), el sector servicios (+1,8%) y la construcción (+1,3%).

Sin embargo, el documento también refleja una situación del ferrocarril en la comunidad autónoma "muy deficitaria" respecto al resto del país, y denuncia que Extremadura "nunca tuvo un trato favorable ni en el trazado ni en el desarrollo de la red ferroviaria nacional".

La pobreza

Además, la memoria se hace eco de un mercado de trabajo débil, pese a la reducción de paro en un 8,5% en 2017 respecto al año anterior y de aumento de la afiliación a la Seguridad Social en un 2%.

El problema es la precariedad laboral, con casi un 98% de contratos temporales y unos salarios bajos.

Todo ello repercute de forma negativa en la tasa de pobreza, la más elevada del país con diferencia; con un 44% de extremeños en riesgo de pobreza y exclusión social (el 26% de media en España), que en el último año ha aumentado un 8,5%; y con unas pensiones un 17% más bajas que en el país.

Todo ello, según el CES, influye para que el pasado año la población extremeña disminuyera en casi 8.000 personas.