Cobrar menos para cobrar, aunque sea a costa de seguir pagando. Es lo que aceptaron ayer los socios de Caval, que renunciaron a percibir un 30% de la campaña del 2009 (los que tienen pendiente la anterior sí que recibirán su importe íntegro) y aceptaron la quita de los bancos del 20% más intereses y gastos y del 30% del resto de acreedores (proveedores, sobre todo). Así esperan paralizar el concurso que, de no llegar a un acuerdo, podría iniciarse a partir del martes. Antonio Domínguez, presidente de la junta rectora de la cooperativa --cuya deuda supera los 27 millones de euros--, manifestó su satisfacción por el consenso alcanzado, ya que la propuesta fue respaldada por abrumadora mayoría de los casi 200 asistentes, pese a que durante la reunión se vivieron algunos momentos de tensión.

De este modo, la deuda de Caval se reduce en más de seis millones de euros (1,9 de los propios socios, 1,1 de los proveedores y 3,4 de la deuda con los bancos, montante este último al que se suma la condonación de los intereses y gastos, que no está calculada). Según explica Alejandro Salguero, vicepresidente de Caval, aún no se ha decidido cómo formalizarán los socios su compromiso de devolución, dado que ahora la prioridad es llegar a un acuerdo con los acreedores para evitar la convocatoria de un proceso concursal que supondría la liquidación de la cooperativa.

Lo que sí tienen claro es que la primera parte de la deuda que se va a liquidar es la que se refiere es la que está avalada por algunos socios. "Esperamos pagarla en unos cuatro años y entonces habremos mejorado mucho la situación, ya que asciende a unos 6 o 7 millones y nos quedarían 8 o 10, una cantidad a la que la cooperativa ya puede hacer frente con sus instalaciones", detalla Salguero.

De momento, están comenzando a preparar la próxima campaña, que también precisará pronto de una inversión. Para hacerle frente, contarán con el apoyo de la Junta, que subvencionará unos "créditos blandos" que posibiliten la continuidad de la cooperativa.