Hacía cuatro años que no veíamos a Marisa Paredes (Madrid, 1946) en la gran pantalla, desde su última colaboración con Pedro Almodóvar en La piel que habito . Pero la actriz no ha parado y ha seguido desarrollando su carrera en teatro y cine, participando en diversas producciones de Francia, Portugal e Italia. Precisamente de este país llega la comedia Mi familia italiana , actualmente en las salas, en la que interpreta uno de los papeles que mejor la definen por su elegancia y distancia, el de diva.

"He interpretado a muchas, pero cada una tiene su propia historia", comentó en la presentación del filme. "A veces se trata de una mujer que se convierte en el desencadenante de la tragedia, es la que machaca la vida de otros. En otras ocasiones es una sufridora. Pero lo que me interesa de las divas es que, aunque parezcan personajes intocables e imbatibles, también tienen su punto de fragilidad, sus inseguridades", sostiene.

Fue Almodóvar quien mejor ha sabido explotar esta faceta de la actriz, coronándola como reina de la tragedia en dos películas fundamentales dentro de su filmografía como fueron Tacones lejanos y Todo sobre mi madre , en la que interpretaba a una musa del teatro haciendo referencia al personaje de Bette Davis en Eva al desnudo . Precisamente en esta cinta compartía escenas con Candela Peña, que también está presente en Mi familia italiana . "Me apetecía mucho volver a trabajar con ella, porque tuvimos una conexión muy especial, pero también con Lluís Homar, con el que coincidí en Reinas y con Jordi Mollá, del que admiro su halo de misterio, su mirada", asegura.

El filme es un homenaje a las comedias italianas clásicas de la gran época dorada, y está dirigido por Cristina Comencini, la hija de uno de los representantes de este género y autor de obras como Pan, amor y fantasía (1953) o Pan, amor y celos (1954). Con ella, la directora quería homenajear a su padre pero, como nos dice Paredes, desde un punto moderno y contemporáneo, con una mirada nostálgica pero plasmando las inquietudes de los personajes en el momento actual a través del humor y el elemento vodevilesco.

Mi familia italiana es fundamentalmente una película de mujeres. "En ese sentido, es muy almodovariana. Habla de la idea del hombre y sobre el poder que ha ejercido sobre las mujeres a lo largo del tiempo. De cómo esas mujeres ven la única posibilidad de ser ellas mismas a través de un hombre, y cómo ese concepto se encuentra caduco y hay que desecharlo. Y eso lo dice muy claro mi personaje: 'Chicas, hay que crecer'", dice.

Además del nutrido elenco actoral español y de otros intérpretes italianos de prestigio, la película supuso la última incursión en la pantalla de Virna Lisi. "Ella sí que fue una gran diva. Nos hicimos amigas durante el rodaje y conocí una faceta suya diferente, cercana. Fue un shock cuando me enteré de su muerte un mes después. La película está dedicada a ella y siempre estará en nuestro recuerdo", reconoce.

Paredes sigue afrontando retos, como a lo largo de toda su vida. Estos días se ha restrenado El mundo sigue (1963), de Fernando Fernán Gómez, en la que tenía un papel secundario, y con Mi familia italiana la vemos en un nuevo y sorprendente registro cómico. "Ya era hora de que alguien explotara esta faceta mía. Hacer cine es siempre una aventura y me gustaría seguir descubriendo cosas nuevas. Hacer siempre papeles iguales me aburre", afirma.