A punto de cumplirse un año desde el cierre de la explotación minera de Aguablanca en Monesterio, solamente el 10% de los trabajadores afectados habría encontrado empleo. Jesús Ferrero Gómez, responsable de comunicación de la Federación de Industria de CCOO y uno de los afectados por el cierre de la mina de níquel explica que quienes perdieron su puesto de trabajo «tienen muy pocas expectativas» de reincorporarse al mercado laboral y que incluso algunos de ellos se encontraría «en una situación bastante crítica», al haber dejado de percibir cualquier prestación. En un tanteo realizado por Ferrero entre sus antiguos compañeros y compañeras de trabajo, «de los trescientos ochenta y tantos que estábamos trabajando, creo que no son más de treinta y cinco los que han vuelto a encontrar empleo». Además, entre los desempleados, «un 99% ha finalizado sus prestaciones por desempleo». Los más afortunados, dice, «han podido paralizar las ayudas por haber sido contratados 2 o 3 meses», aunque «hay compañeros que por no tener cargas familiares, ni siquiera tienen ayuda».

Para el representante de CCOO es fundamental que desde el Estado se otorgue la DIA, necesaria para la posible reapertura de la actividad minera en Monesterio. En este sentido, la organización sindical hace un «llamamiento» a aquellas instituciones a las que se les ha pedido aportar alegaciones sobre la documentación presentada por la empresa para la concesión de la DIA. Ferrero revela que en una «conversación mantenida con la Subdirección General de Evaluación Medioambiental», les han transmitido que «todavía faltan por pronunciarse algunos organismos». Entre ellos estarían, según el representante sindical, «la Junta de Andalucía, la Red Natura, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, o la Comisión de Aguas de Sevilla». Ante esta situación, concluye Ferrero, «se hace fundamental» que estos organismos se pronuncien cuanto antes, para no demorar aún más la resolución favorable de la declaración.

A esta situación de incertidumbre se une la «preocupación» por el estado actual en el que se encontrarían las instalaciones de Aguablanca. Según Ferrero, se habrían descuidado las tareas de mantenimiento, llegándose a «inundar las galerías», con niveles bastante altos de agua; un escenario «bastante preocupante, que elevaría los costes para reanudar la explotación», explica el dirigente sindical que asegura que aún mantienen la esperanza.