Ni siquiera dos de cada diez trabajadores extremeños tienen contratado un plan privado de pensiones para completar sus ingresos cuando se jubilen; en concreto, un 16,8%, el menor porcentaje nacional tras el de los asalariados andaluces. En España, sólo uno de cada cinco asalariados lo tienen, según el informe Los planes de pensiones en España , elaborado por el colectivo de Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha). Andalucía y Canarias son las regiones en las que menos trabajadores tienen contratado este tipo de producto para la jubilación (un 16% y Canarias 15,5% respectivamente); mientras que en el extremo contrario se sitúan los asalariados de Aragón (25%), Cantabria (24,5%) y Castilla y León (23,8%). El estudio, realizado a partir de los últimos datos disponibles de IRPF correspondientes al 2007 y de la Encuesta de Población Activa (EPA), y que no incluye al País Vasco ni a Navarra, evidencia que hasta la fecha los españoles no se plantean las recomendaciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, de suscribir fondos privados de pensiones, con el fin de garantizarse una prestación complementaria a la que le corresponderá por el sistema público.

El informe recoge además que casi 88.500 autónomos extremeños tienen un plan de pensiones, que esos planes mueven 98 millones de euros con una aportación media anual de 1.105 euros (la más baja del país tras Murcia); así como otros índices destacados, entre ellos, que en la región hay casi 381.800 asalariados, desempleados y autónomos que son mileuristas (el 72,5% de la población activa, el indicador más elevado del país y 14 puntos por encima de la media).

Estos especialistas de Hacienda revelan además en el estudio que sólo 4,5 millones de españoles cuentan actualmente con estos productos de ahorro e inversión como complemento a la pensión pública. En total, las aportaciones a los planes de pensiones alcanzaron los 6.783 millones de euros anuales, con una media de apenas 1.500 euros por trabajador. Según estos técnicos, esta circunstancia se debe a la escasa capacidad de ahorro de los españoles, ya que la mayoría de ellos en edad de trabajar no cuenta con la seguridad laboral ni genera los ingresos suficientes para permitirse suscribir planes de pensiones. En la actualidad, un 58,8% de los asalariados, desempleados y autónomos percibe unos ingresos brutos inferiores a los 1.100 euros mensuales.

MAYORES DE 45 AÑOS Esto explica que la mayor parte de los españoles que realiza más aportaciones a los planes de pensiones se corresponda con trabajadores de más de 45 años, con un empleo estable y con unos ingresos por encima de los 30.000 euros. De este modo, el 17,6% de los españoles acaparan el 65% de las ventajas fiscales de los planes de pensiones.

Además, estos técnicos consideran que la reciente recomendación del ministro de Trabajo de contratar un plan privado de pensiones como complemento a la pública, no es la medida más eficaz para solucionar el bajo poder adquisitivo de las pensiones en España, máxime si se compara con otros países de nuestro entorno europeo donde nuestras prestaciones son un 54,3% menores que las de la UE-15. En la actualidad, España destina un 9% de su PIB a este concepto, frente al 12% de la media de nuestros vecinos comunitarios.

SOLUCIONES Por todo ello, Gestha plantea tres soluciones a este problema histórico. En primer lugar, propone crear un sistema mixto de financiación, de modo que una parte proceda de las cotizaciones sociales, como sucede en la actualidad, y la otra de la recaudación de impuestos, lo que daría viabilidad y estabilidad al sistema y permitiría aumentar las cuantías de las pensiones mínimas, ya que en muchos casos los pensionistas están en el umbral de la pobreza.

En segundo lugar, para mejorar las pensiones sin perjudicar el déficit del Estado, Gestha propone recaudar cada año más de 38.000 millones de euros adicionales mejorando la eficacia del gasto público y reduciendo la economía sumergida a la medida de los países más avanzados de la Unión Europea.

Por último, plantean que el retraso de la edad de jubilación de los trabajadores sea voluntario más allá de los 65 años, percibiendo sólo una parte de la pensión de jubilación.