Apenas dos decenas de extremeños se han acogido a las posibilidades que ofrece la Ley de Tiempos de Respuesta en la Atención Sanitaria Especializada, que entró en vigor plenamente el pasado 7 de octubre, según los datos aportados tanto por el Director General de Atención Sanitaria del SES, Dámaso Villa, como por el Defensor de los Usuarios del Sistema Público Sanitario de Extremadura, José Ramón Hidalgo.

De este modo, Villa explicó que en los primeros dos meses de vigencia de la norma los pacientes que habían reclamado y a los que se había dado la razón por llevar en lista de espera más tiempo del que marca la ley --un mes para pruebas diagnósticas, dos para consultas y seis para operación-- fue de 16 personas, mientras que Hidalgo elevó esta cifra a finales del 2005 hasta rondar la veintena.

El director de Atención Sanitaria señaló que de los 16 expedientes que se habían tramitado, uno se refería a la superación de los tiempos máximos en consulta, y los otros 15 a pruebas diagnósticas. Asimismo, manifestó que, tras hablar con los pacientes, 14 fueron atendidos en otros centros sanitarios del SES, fuera del área de salud del enfermo, y dos fueron derivados a clínicas privadas concertadas.

IGNORANCIA DE LA LEY Por lo que se refiere a la escasez de reclamaciones en este primer periodo, Villa se mostró convencido de que en gran parte es debido "a que muchas personas desconocen aún la ley", y agregó que es seguro que las reclamaciones "irán a más".

En todo caso, destacó el esfuerzo del sistema sanitario público por acompasar la atención a los plazos que dicta la norma.

Además, señaló que muchas personas que están en lista de espera de cirugía en las especialidades con más demora son pacientes de avanzada edad que necesitan prótesis de cadera y rodilla. "Al margen de quienes sufren procesos muy dolorosos, que entran en lista quirúrgica preferente, hay otros muchos que no tienen demasiado deseo de operarse, pero tampoco quieren salir de la lista", apuntó.

MEJOR ESPERAR A estos se añadirían aquellos a los que se les ha ofrecido que la intervención se realice en otra localidad y prefieren esperar más antes que desplazarse.

De cualquier modo, Villa insistió en que desde el Servicio Extremeño de Salud se tiene la convicción de que cuando las posibilidades que ofrece la norma sean más conocidas el número de reclamaciones se multiplicará.

Por su parte, el Defensor del Paciente abundó en este mismo argumento, y señaló: "Todavía la gente no conoce la ley, y falta difusión de ese derecho, ya que las solicitudes que llegan se debe a que son los propios médicos o los hospitales quienes informan". De igual modo, Hidalgo explicó: "Hay quien no tiene inconveniente en esperar más, sobre todo si se trata de pruebas rutinarias de control", y agregó: "Otra cosa es que alguien esté pendiente de una prueba para saber si padeces alguna enfermedad. Entonces sí hay más angustia y más reclamaciones".

En cuanto al procedimiento, el Defensor del Paciente recordó que es a través de esta oficina como hay que tramitar las reclamaciones. "Un paciente puede presentar su petición en el servicio de atención del hospital, pero de ahí se envían a nuestra oficina, y nosotros estudiamos el caso y lo trasladamos al servicio de atención sanitaria, que tiene la obligación de responder en un máximo de diez días".

Según los últimos datos facilitados, del 2004, alrededor de 17.000 pacientes superarían los plazos máximos marcado en la ley de tiempos de espera. Este dato, de la última Memoria del Defensor del Paciente, no incluye a las personas que están aguardando que les realicen una prueba, sólo aquellos pendientes de consulta o cirugía.