Si no actuamos en la base, si no educamos desde la infancia, al final el resultado siempre es el mismo: la sociedad tiene asumido que hay determinadas responsabilidades que pertenecen a la mujer, es algo que forma parte de nuestra cultura y que está muy arraigado. Lo que necesitamos son contenidos transversales en la escuela que apuesten por la corresponsabilidad y la igualdad real», manifiesta María José Pulido, secretaria de Igualdad, Políticas Sociales y Salud Laboral de UGT Extremadura. Pulido hace esta reflexión ante unos datos que dibujan una realidad en la que queda evidente que sigue habiendo tareas y responsabilidades familiares que -prácticamente- sólo tienen cara de mujer.

Según la estadística que recoge el Instituto para la Igualdad de Oportunidades (dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), apenas el 8% de las excedencias que se piden en Extremadura para el cuidado de un hijo son solicitadas por hombres (34 de las 413 que hubo en el año 2015). El 92% (las otras 379) pertenece a las mujeres, un porcentaje que, décima arriba, décima abajo, apenas ha experimentado variación durante la última década.

«Está claro que si alguien tiene que sacrificar su carrera laboral es la mujer, porque la cifra sigue siendo muy llamativa. Y no ocurre sólo en el cuidado de los hijos (ya sean biológicos, adoptados o de acogida), sino también en la atención de cualquier familiar. La sociedad tiene asumido que son labores femeninas», asegura Pulido.

De hecho, según los datos del Instituto de Igualdad de Oportunidades, en el caso de solicitud de excedencias para la atención de otros familiares, más del 80% corresponden también a la mujer. «Además de la leyes, que no cabe duda de que son avances, aunque harían falta más, también son necesarias campañas de sensibilización y concienciación que vayan enfocadas a los adultos y que pongan el foco en la corresponsabilidad, porque al final damos por sentado determinadas cosas porque ‘culturalmente siempre han sido así’. Y hay que luchar contra esas ideas», insiste Pulido.

Compartir responsabilidad

Otro dato llamativo de las estadísticas nacionales es que en Extremadura durante el año 2015 sólo el 1,4% de los hombres compartió el permiso por maternidad con su pareja. Si se registraron un total de 5.646 peticiones, sólo 81 fueron percibidas por el padre.

Esta prestación, totalmente compatible con la baja de paternal, implica que si bien las seis primeras semanas es la madre quien debe acogerse a este derecho, las otras diez restantes pertenecen a ambos progenitores y son ellos quienes deciden cómo dividir el tiempo. No obstante, se trata de una opción que apenas tienen representatividad en la sociedad extremeña, ya que sigue siendo la madre quien decide quedarse al cuidado del hijo y quien, en muchos casos, pide posteriormente una excedencia si es necesario continuar retirada de la vida laboral.