Son antiguas, minoritarias, fronterizas y están en peligro de muerte constante. En el Consejo Europeo, ni la fala ni el portugués oliventino han estado hasta ahora reconocidas en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias y ahora acaban de descubrir que el Gobierno central también les ha dado la espalda en el próximo informe sobre el cumplimiento de España de dicha Carta Europea que debe remitir próximamente a Estrasburgo.

Las asociaciones A Nosa Fala, del Valle del Jálama, y Além Guadiana, de Olivenza, expusieron ayer en Cáceres un manifiesto que van a remitir al Consejo de Europa para pedir que no se olviden de Extremadura. La Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias del Consejo de Europa (CELROM) defiende los derechos lingüísticos de aquellas lenguas más vulnerables y quedarse fuera de ella significa, en la práctica, no existir. «No se puede preservar aquello sobre lo que no se reconoce su existencia», expuso Eduardo Naharro, de Além Guadiana. En juego está el reconocimiento del artículo 7, donde están amparadas las lenguas que no son cooficiales y que contempla la promoción y salvaguarda de las lenguas regionales o minoritarias, la facilitación de su uso oral y escrito tanto en la vida pública como privada, el desarrollo de relaciones entre grupos que practiquen una lengua similar y la promoción de estudios e investigación.

«Todas las lenguas deben ser objeto de promoción y de protección, con independencia del número de hablantes que tengan o del reconocimiento institucional. Perder las modalidades lingüísticas de Extremadura es ser más pobres y debilitar nuestro patrimonio», reivindicó ayer Tamara Flores, de A Nosa Fala. «La pervivencia de las lenguas minoritarias es una tarea de todos: de los ciudadanos, los ayuntamientos, la Junta y también del Gobierno central», insistió Naharro.

Los hablantes

En el caso del portugués de Olivenza -«que no es lo mismo que el portugués en Olivenza», apunta-, pervive en unos 1.500 vecinos de la localidad que hoy superan los 70 años. Esta lengua lleva años esperando la declaración de Bien de Interés Cultura (BIC), que sí tiene reconocida la fala desde 2001. La lengua del Valle del Jálama tiene más hablantes y se considera una lengua madre. Alrededor de 5.000 vecinos de los municipios de Eljas, San Martín de Trevejo y Valverde del Fresno (el 90% de la población) la utilizan como principal y se contabilizan otros 5.000 hablantes emigrantes.

Los representantes de estas dos asociaciones participaron el año pasado en un foro de la CELROM celebrado en Galicia, del que salió un documento que tenía en cuenta la riqueza lingüística de Extremadura, pero que ahora el Ejecutivo central olvida a la hora de remitir su informe al Consejo de Europa. «Nos ha ignorado, no sabemos las razones, a lo mejor ha sido un error, pero el caso es que ni el portugués oliventino ni la fala han sido incluidas a pesar de los diferentes informes y reconocimientos», señaló Naharro.

Ambas asociaciones, arropadas por otros colectivos como Parque Cultural Sierra de Gata y los alcaldes de los municipios, como el de Eljas (Antonio Bellanco) y la alcaldesa de Valverde del Fresno (Cristina Carrasco), urgen la implicación de las instituciones y «hechos» para que estas lenguas no mueran y se les reconozcan sus derechos lingüísticos. «Las lenguas no son solo un vehículo de comunicación, son cultura e identidad. Son patrimonio y debemos luchar por su preservación», recoge el manifiesto leído ayer en Cáceres, en fala y en portugués oliventino.