Incertidumbre y paralización. Así están los más de 2.300 productores extremeños de tabaco, que ven como el 15 de marzo finaliza el plazo para cerrar las compras y todavía no hay saben si las multinacionales están interesadas en adquirir tabaco en la región, cuánto comprarían ni a qué precios se pagaría. Esa es la situación que denuncian los agricultores, que urgen sentarse en una mesa con las industrias para abordar estas cuestiones, con la Administración como intermediaria. Mientras tanto, desde Imperial Tobacco, que compra casi la mitad del tabaco que sale de la región, aseguran que mantiene su compromiso adquirido en mayo del 2008 cuando firmó un contrato de suministro con Cetarsa por el que se comprometía a adquirir 28.000 toneladas de tabaco español, de diferentes variedades, durante los años 2009 y 2010. Este volumen de tabaco equivale al 55% de las compras que Cetarsa tiene previsto realizar a los agricultores españoles y supone más del 40% de la producción total española de tabaco en rama.

El secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, denunció ayer la "incertidumbre y paralización" que vive el sector debido a que la industria aún no ha manifestado sus previsiones de contratación, teniendo en cuenta que el plazo para ello acaba el próximo 15 de marzo, y que la Administración y los productores ya han hecho sus deberes en este sentido, con la aprobación de un plan de apoyo dotado con 160 millones de euros y un compromiso "férreo" de reestructuración del sector por parte de los productores.

En España (la gran mayoría en Extremadura), el tabaco lo compran tres grandes multinacionales, Imperial Tobacco (adquiere el 45%), Japan Tobacco Internacional (35%) y Philip Morris, que adquiere el 20%. Con estas empresas son con las que los productores quieren sentarse "directamente" a negociar, con la intermediación de la Administración pública. Huertas insistió en que no se entiende ese retraso cuando en otros países ya está definida la contratación, más teniendo en cuenta que las últimas modificaciones fiscales han permitido a las multinacionales tener "más beneficios que nunca" y que la demanda de tabaco en el mundo ha aumentado.

Si no se llega a un acuerdo rápido, el el sector productor podría perder un año en su proceso de reestructuración "por una no clarificación de las posiciones", señaló. Para ello, hay que clarificar los precios de compra, que deben cubrir los costes de producción; que UPA-UCE cifra entre 2,50-2,70 euros por kilogramo, un coste que no se ha cubierto en campañas anteriores porque, citó como ejemplo, por la variedad Burley se ha abonado sólo 0,80 euros por kilo; y por la Virginia, 1,08 euros/kilo.

QUE OPINA LA INDUSTRIA Por ello, exige que los nuevos contratos cubran no sólo estos costes, sino que los superen para hacer viable un cultivo del que viven directamente más de 2.300 productores extremeños, algo que, según sus cálculos, se conseguiría destinando 1,9 céntimos de euro por cada cajetilla.

Pero, cuál es la postura de las industrias. Imperial Tobacco, como se menciona al inicio de esta información, reiteró ayer su compromiso adquirido hace casi dos años para comprar 28.000 toneladas de tabaco en los años 2009 y 2010. Además, Cetarsa anunció hace apenas un mes que realizará el "mayor esfuerzo financiero y de precios" en la adquisición del tabaco y aseguró comprender la inquietud del sector con el cambio en el modelo de ayudas al cultivo. Así, dijo estar elaborando una tabla de precios según la calidad del tabaco que vaya a contratar e insistió en que "las multinacionales se enfrentan a una situación muy distinta a campañas anteriores".