Mantener la ruralidad y eliminar la discriminación de la mujer en estas zonas. Para conseguir ambos objetivos existe un reto común: mantener a la mujer en las áreas rurales. Y para conseguirlo hay una única receta: dotarlas de servicios y oportunidades, "sino los pueblos únicamente estarán llenos de solteros y población envejecida". Así resume antes de su primera ponencia Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía de la Uned, las claves del foro europeo Las mujeres en el desarrollo sostenible del medio rural , que se celebra en Cáceres hasta mañana con medio millar de participantes de 20 países.

Para que el medio rural siga siendo sostenible hay que dar "un tratamiento singular a la mujer que vive en estas zonas", constituidas en un 49% por féminas, explicó el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, en la inauguración del acto que organiza el Ministerio de Medio Ambiente y que acoge la región con motivo de la Presidencia Española de la UE.

"Se están haciendo grandes esfuerzos, pero las desigualdades persisten en muchos ámbitos de la sociedad y se agravan por la situación demográfica y carencias económicas y sociales que caracterizan el medio rural en algunos estados", por eso aboga Puxeu, "es momento de que las emprendedoras y empresarias tomen las riendas".

En Extremadura este foro tiene una singularidad especial. "Poco queda de aquella foto en blanco y negro reflejo de resignación, que hoy muestra a una mujer moderna que ha sabido adaptarse a las oportunidades", aseveró Isabel Martínez, secretaria de Políticas de Igualdad del Estado, "y esta tierra es un ejemplo, pero queda por hacer". Y en ello está el Gobierno regional con su pretensión de ruralizar Extremadura, lo que significa "establecer un desarrollo equilibrado entre lo rural y lo urbano compatible con el medio ambiente y la historia". Un equilibrio que se consigue gracias al entorno, que aporta estabilidad emocional y ello felicidad, explicó Guillermo Fernández Vara. "No se trata solo de hacer viable la supervivencia de los pueblos, sino la felicidad de la gente".

Conjugar pasado y modernidad es la base para sentar las políticas de desarrollo rural, que no son el fin para obtener un proyecto de felicidad, pero sí un medio para alcanzar otro fin: la igualdad, según Vara. Generar nuevos nichos de empleo en los pueblos, conseguir la participación femenina en la política rural y revisar la Política Agraria Común son las primeras sugerencias para alcanzar el fin.

Mañana se extraerán las conclusiones de este foro que serán estudiadas por la UE. "Quizás Cáceres 2010 sea una referencia para construir una sociedad que progrese en igualdad y desarrollo rural", como se ha venido haciendo en los últimos 40 años. Solo hay que pensar qué hacía tu madre o abuela a tu edad y verás que nada que ver, pero falta más", resume Valcárcel.