El precio del porcino ibérico extremeño ha subido en 2016 en torno a un 8% respecto al año anterior debido a la buena situación que atraviesa el sector, lo que ha motivado un mayor interés entre los productores pero también el temor a una nueva «burbuja.

Según explica a EFE el presidente de la organización agraria Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, el aumento de la demanda y el buen comportamiento del consumo (en Navidad no hubo suficiente oferta de jamones de bellota para abastecer el mercado, pues este precisa de tres años de curación y por aquella fecha no hubo una gran producción, recuerda) han permitido mantener al alza la línea de precios experimentada en el año 2015.

El cerdo ibérico de bellota se encuentra en la actualidad en torno a los 36 euros por arroba (11,5 kilos) y el de cebo en los 24 euros, mientras que en el caso de Denominación de Origen (DO) ha llegado a alcanzar los 40 euros, lo que demuestra la «boyante» situación del sector. Por su parte, la producción del ibérico de cebo creció durante 2016 en la comunidad autónoma casi un 42% en relación a años anteriores.

BURBUJA / «Los precios están muy bien actualmente y ojalá se puedan mantener en las cotizaciones actuales», señala el presidente de Asaja. No obstante, García Blanco espera que no se repita la «burbuja» que el ibérico vivió antes de la crisis, cuando accedieron al sector empresas sin experiencia. Después, explica, la recesión económica hizo que un gran número de estas explotaciones, principalmente de empresarios que procedían del sector inmobiliario, tuvieran que cerrar.

La organización agraria ha detectado ya «cierta tendencia» a que se produzca una situación de desembarco similar en el sector en los próximos tiempos, aunque en menor dimensión. Esto genera «temor», pues hay que tener «cuidado» con el incremento del censo del ganado.

Este incremento de la producción acelerado, detalla García Blanco, haría bajar el precio del ibérico, llevahría a saturar de producto el mercado y pondría al sector otra vez en dificultades cuando la situación económica y el consumo no fueran tan boyantes, asegura.