La evolución de los salarios en la región continúa mostrando un comportamiento débil. La variación salarial media pactada en los convenios colectivos con efectos económicos en este 2017 ha sido solo del 0,78%. Se trata del auge más bajo de España y apenas un 60% del que se promedió en todo el país, que fue del 1,27%. Además, llega después de que el 2016 finalizase en Extremadura con una revalorización de los sueldos acordada en convenio también por debajo de la media española (0,91% frente al 1,06%)

El incremento de los sueldos queda muy por debajo del encarecimiento del coste de la vida. Si bien los precios han arrancado el año contenidos, con un -0,2% entre enero y abril, en términos interanuales el IPC acumulaba en el cuarto mes del año una subida del 2% en Extremadura (del 2,6% en España), mientras que el 2016 acabó con un 1,5% de alza.

Los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social hasta abril, aún provisionales, incluyen 51 convenios en la región, bien firmados durante este año, bien con anterioridad, pero todos con efectos en el 2017. En total, afectan a 102.293 trabajadores y a 24.168 empresas. Al escaso incremento salarial, se suma también el que se parte de unos salarios menores. Un reciente estudio de la empresa de recursos humanos Adecco situaba a la región no solo como la de salarios más bajos de España (1.333 euros al mes el año pasado), sino también como aquella en la que el poder de compra del salario medio se ha reducido en mayor medida desde el 2011 (un 5,8%), a la par que Cataluña.

«Casi todos los convenios que se están firmando en la región están muy por debajo del IPC y de los de nivel estatal», resume Teodoro Casares, secretario de Formación y Empleo de UGT de Extremadura, para quien «aunque las grandes cifras macroeconómicas vayan bien, los trabajadores siguen pagando el pato de la crisis. Su poder adquisitivo está completamente mermado».

En este sentido, Alberto Franco, secretario de Acción Sindical de CCOO de Extremadura, subraya la importancia de incluir en los convenios las cláusulas de garantía salarial, que permiten ajustar la subida de los sueldos al IPC, de forma que no se pierda poder adquisitivo, pero que «han desaparecido con la reforma laboral del PP».

ÁMBITO DE APLICACIÓN / De los 51 convenios colectivos contabilizados en las estadísticas del ministerio en Extremadura, 28 corresponden a la provincia de Badajoz, 18 a la de Cáceres y cinco son de carácter autonómico. Atendiendo a su ámbito funcional, 33 son de empresa y los 18 restantes de ámbito superior a ella. «La reforma le da mucha más importancia al convenio de empresa que al sectorial, con lo cual se pierde fuerza en la negociación», lamenta Alberto Franco. «Muchas residencias de ancianos están abandonando el convenio estatal, con condiciones mucho más favorables para los trabajadores, y están suscribiendo convenios de empresa, en los que se paga el salario mínimo interprofesional», pone a modo de ejemplo Teodoro Casares.

Ambos responsables sindicales inciden además en la existencia de convenios sectoriales que afectan a un importante volumen de empleados y que permanecen sin firmar en la región, como los de hostelería y comercio de la provincia de Cáceres. «Hay trabajadores que están con los salarios congelados porque la vigencia de su convenio acabó en el 2015 y han estado todo el 2016 y lo que va de 2017 con los mismos sueldos», critica Alberto Franco.

«Todos los nuevos trabajadores que entren en el sector de la hostelería, por ejemplo, están fuera de convenio, con lo cual se les puede pagar casi lo que quiera el empresario», apostilla Casares.