La Universidad de Extremadura (UEx) y la Junta de Extremadura han firmado hoy un convenio para luchar contra el cambio climático de la dehesa, por el que se destinan un montante de 173.000 euros, tendrá duración hasta 2020 y con el que se realizarán 18 actividades.

El rector de la UEx, Segundo Píriz, ha rubricado el acuerdo con la consejera de Medio Ambiente y Rural, Begoña García Bernal, y ha explicado que este proyecto cuenta con seis objetivos, entre ellos fijar un conjunto de criterios de gestión sostenible para su adopción por los gestores de la dehesa o estudiar y catalogar ideas susceptibles de generar empleo en su ámbito.

Además, se recogen la constitución de una red de dehesas públicas de propiedad municipal, elaborar un sistema de certificación de la sostenibilidad económica, social y ambiental de las explotaciones de dehesa o cuantificar la huella de carbono de la dehesa extremeña.

El último de los objetivos que se pretende alcanzar con este pacto es la creación de una red de dehesas ejemplares.

Píriz ha explicado que será el departamento de Ingeniería del Medio Agronómico y Forestal del Centro Universitario de Plasencia (Cáceres), bajo la dirección del profesor Francisco Javier Pulido, el que se encargue de desarrollar estas actividades.

El presupuesto estará distribuido en las correspondientes anualidades y la financiación se hace a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y con fondos propios de la comunidad.

Además, se creará una comisión de seguimiento, control e interpretación del convenio para velar por el correcto cumplimiento del mismo.

El rector ha destacado que la universidad muestra así su compromiso con la sociedad extremeña mediante la transferencia de parte del conocimiento generado de la investigación, en este caso en un tema tan sensible como el desarrollo sostenible.

Píriz ha resaltado la "excelente" relación que tienen con la consejería y el "buen ejemplo" de colaboración que supone acciones como esta, por lo que ha mostrado su disposición para trabajar juntos más veces.

Por su parte, la consejera ha afirmado que la finalidad es luchar frente al cambio climático desde una de las mejores defensas ante el calentamiento del planeta, un convenio para "proteger y mejorar" la dehesa extremeña, la "bandera verde" de la región y la superficie de mayor extensión con casi 1,5 millones de hectáreas, frente a las 250.000 de regadío o las 270.000 de olivar.

"La dehesa tiene una importancia de primer orden tanto cultural como paisajística y soporte de algunas de las producciones principales de Extremadura como la ganadería, con 400.000 vacas y 110.000 reproductores ibéricos", ha agregado.

A su juicio, la caza, la leña, el carbón, la biomasa o las actividades silvícolas dan a entender la importancia del campo y por que se necesitan aliados para ayudar a proteger el ecosistema y mantenerla de la mejor manera posible.

Para García, este acuerdo es una herramienta más de las muchas que hacen sobre este "tesoro" que tiene Extremadura.

En este sentido, ha recordado que negocian con todos los sectores de la sociedad una Ley de la Dehesa, ya que la actual tiene casi 40 años, por lo que ha considerado que es necesario modernizarla.

Con estas medidas pretenden hacer "viable" la dehesa del siglo XXI, que generará riqueza y empleo, ligada a su conservación y sostenibilidad, que potenciará sus servicios y activos medioambientales en un momento fundamental de la Política Agraria Común (PAC), así como los activos sociales, culturales y económicos.

"Si queremos que la dehesa del siglo XXI siga viva debe ser productiva y sostenible", ha concluido.