Cada vez es más frecuente encontrar extremeños que ocupan sus horas en aprender inglés. Consciente de la importancia de los idiomas, Extremadura se sumerge en la lengua de Shakespeare para sumar puntos al currículum o simplemente para desenvolverse con soltura cuando viajan fuera de la región. Pero parece que aún el esfuerzo no es suficiente. Según el último informe de Cambridge University Press, la región se encuentra a la cola del país en conocimiento de la lengua británica. Extremadura ostenta junto a Cantabria el menor porcentaje de población con nivel alto de inglés, apenas un 10%, muy alejado de la media nacional que se encuentra en un 20%. Alejada está también la región de Madrid y Cataluña, líderes de la tabla con un 31% y un 27% de población con un nivel alto y muy alto. Según detalla el estudio, un 40% de los extremeños confiesa tener un nivel medio y la mitad se reparten entre una competencia baja (37%) y muy baja (13%).

En cuanto a las mayores dificultades que encuentran los extremeños a la hora de aprender inglés encabeza la lista la comprensión oral. Un 40% de los estudiantes de inglés asegura que la competencia que más les acompleja pasa por entender a la persona que habla. Unos puntos por detrás se encuentra la pronunciación (un 33%) y saber expresarse correctamente (un 23%). Tan solo un 3% tiene problemas con la trabajar la gramática.

Por su parte, Ramón López, responsable del Instituto de Lenguas Modernas que depende la Universidad de Extremadura resta peso al informe y destaca la calidad del profesorado en la región y la evolución en cuanto al idioma con los años. «Desde los 80 hemos dado pasos de gigante», constata. En cuanto a la metodología, tanto el director del ILM como Eva Amaro de la academia English&More inciden en la necesidad del componente práctico a la hora de aprender un idioma. «Muchos alumnos alegan que las clases en sus colegios tienen una orientación clara a la gramática», apostilla Amaro. De hecho, gran parte recurre a las academias para poder contrarrestar esas carencias hablada y escuchada. En ese sentido, la profesora de inglés hace hincapié la necesidad de un equilibrio entre competencias y asevera que «la teoría es importante porque hay que tener una base pero hay que machacar la práctica».

En esta misma línea, López insiste en desmentir dos mitos que acompañan a los alumnos -o a sus padres en el caso de los más jóvenes-: ‘lo primero, la gramática’ y ‘el profesor tiene que ser nativo’. En cuanto al primer punto, desvirtúa el método marcado que se sigue en los colegios y apostilla que «nosotros cuando somos pequeños primero aprendemos a hablar y luego definimos la grámatica». En cuanto al segundo, añade que «el apellido no hace al profesor». «Hay multitud de profesores en el plantel que corresponden las expectativas lectivas sin que tengan un sobrenombre británico», concluye.

EDUCACIÓN BILINGÜE / Más allá de las cifras, Extremadura parece tener clara la relevancia de introducir el inglés a sus competencias de cara al mundo laboral. En ese sentido, hasta un 77% de los extremeños creen que es imprescindible para conseguir un empleo. Un 80% considera que sirve para mejorar la competitividad internacional y un 73% opina que es útil para el desempeño de un trabajo o para el desarrollo del propio país en general.

De hecho, tanto academias como centros públicos constatan en los últimos años un periodo de crecimiento constante de extremeños que quieren aprender inglés. Por su parte, López sostiene que «hay una auténtica fiebre» y destaca que los idiomas ocupan uno de los primeros escalones para la universidad en su apuesta por la internacionalización. Amaro coincide en que «la gente está cada vez más concienciada, ha habido un boom de alumnos en muy poco tiempo».

En cuanto a las razones que motivan el aumento de aprendices de la lengua de Shakespeare la necesidad laboral lidera la tabla. «Cada vez es más frecuente que te pidan un certificado B1 o B2 para un puesto de empleo», apostilla la profesora de English&More. López razona también ese aumento basándose en la importancia de Extremadura como potencia turística, un sector en el que las competencias lingüísticas son claves. También aduce al progreso en el trabajo o la inquietud personal.

Por este motivo, esta creencia sobre la lengua británica la convierte en el idioma más estudiado por delante del francés y el alemán. Cabe destacar también que la cercanía con Portugal y el lazo industrial ha provocado un repunte en los últimos años de alumnos de portugués.

Por otra parte y frente a esta necesidad imperante de introducir idiomas la región redobla su interés desde los propios centros educativos. La Junta contabiliza para este curso 274 secciones bilingües y 6 nuevos centros bilingües de Primaria y 3 nuevos convenios con el British Council. Asume el inglés en la mayoría de los casos como primera lengua extranjera y programa intercambios, convivencias, formación virtual y permite examinarse de los certificados de Cambridge. Asimismo cuenta con 185 auxiliares de conversación en centros (166 de inglés, 10 de francés, 4 de portugués, 2 de alemán y 3 de italiano) y actividades formativas en 74 centros en los que participan casi 3.000 alumnos (2.562 alumnos de inglés en 63 centros, 246 alumnos de francés en 9 centros 130 alumnos de portugués en 4 centros). Por otra parte, la región cuenta con 9 escuelas de idiomas y 36 aulas adscritas (29 de inglés y 7 de portugués).