Agricultores de todas las Agrupaciones de Productores Agrarios (APAs) del sector tabaquero se proponen reducir la producción para conseguir una subida del importe de la prima comunitaria y lograr "niveles de rentabilidad dignos".

Se trata de la primera reacción popular a la polémica reforma de la OCM del tabaco, que establece un desacoplamiento parcial de las ayudas del 40% a partir de este año. De momento, los dirigentes de las APAs guardan silencio y ya se les ha exigido públicamente "que defiendan los intereses de los tabaqueros".

El desafío lo lanzó un grupo de agricultores hace unos días en Talayuela y tuvo como respuesta una multitudinaria asamblea en la que se recogieron más de 500 firmas de apoyo a la iniciativa, que tendrá continuidad en un acto que se celebrará el sábado y al que se espera la asistencia de más de mil productores.

Uno de los promotores de la asamblea, José Moreno Ibáñez, expuso los planteamientos: no están de acuerdo con la postura de las APAs, a las que se acusa de ocultar información, y reclaman un acuerdo que permita controlar la producción y, de este modo, subir el importe de la ayuda comunitaria, conocido popularmente como prima. El importe de esta ayuda, que hasta ahora suponía casi el 90% de los ingresos del agricultor debido al bajo precio comercial del producto, crecerá en el mismo porcentaje que se reduzca la producción.

La ayuda desacoplada la perciben todos los agricultores cultiven o no, mientras que la parte acoplada forma parte de una bolsa común que se distribuye en función de la producción final de la cosecha. De este modo, si se produce un 40% menos, habrá un 40% más de prima.

"No pedimos un porcentaje fijo, ni siquiera elevado, sólo queremos reducir producción para que el tabaco sea dignamente rentable" dijo Moreno Ibáñez, quien insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo con la Junta de Extremadura y todos los agentes del sector "dentro de los cauces legales para evitar el riesgo de que España pueda perder la prima comunitaria".

Los promotores de la asamblea denuncian que algunas APAs trabajan ya para elevar la producción "y tirar de la bolsa común de todo el sector". Fuentes del sector transformador consideran la iniciativa "ilegal e inviable" y que sería montar un nuevo cártel del tabaco que podría suponer otra sanción del Tribunal de Defensa de la Competencia. Pero los promotores quieren actuar "dentro de la legalidad y sin miedos", conscientes de que "no se puede atemorizar cada vez que se intenta dar un paso en beneficio del sector".