La falta de vocaciones en nuestro país está propiciando que en los monasterios entren a formar parte de las comunidades de religiosas hermanas procedentes principalmente de los continentes de África y América del Sur.

Este es el caso de la joven María Prisca Román Ngowi, nacida en Tanzania. Ella ha tomado los hábitos de las hermanas pobres de Santa Clara del Convento de Zafra.

Fue un acto emotivo y lleno de tradición con la asistencia de bastantes ciudadanos interesados en presenciar esta celebración, que se realizó en la iglesia conventual de Santa Clara.

La eucaristía estuvo presidida por Manuel Tahoces al que acompañaron los sacerdotes José Ángel Losada, Joaquín Macarro, Domingo Sánchez y el monaguillo Álvaro Hernández.

Después de tomar la palabra el sacerdote, la abadesa del convento, María Dolores Vidal del Río entregó a la postulante los hábitos de penitencia de Santa Clara, hecho a imagen de la cruz que significa su conversión a Dios, el cual te llama a vivir de modo más perfecto el bautismo.La abadesa le entregó el libro de la regla y constituciones, el libro de la liturgia de las horas y se procedió al cambio de nombre, denominándose ahora Sor María Prisca.

felicitada / La religiosa fue felicitada por los sacerdotes, sus hermanas y los asistentes. Sor María Prisca se mostró satisfecha de tomar los hábitos con el objetivo de vivir su vida religiosa.

Agradeció, asimismo, el apoyo de las demás hermanas de su congregación, de su familia y del público que había asistido a esta celebración. Ahora ha comenzado el noviciado.

El convento de Santa Clara de Zafra cuenta en la actualidad con 19 hermanas, que proceden principalmente de España, Kenia y Tanzania. Algunas son mayores y las demás desarrollan cada día una convivencia en el convento, una vida de pobreza, oración y trabajo.

Las etapas que debe seguir una monja se inicia como postulante en la que conoce la vida en general y la comunidad y sus aptitudes a la vida religiosa. Posteriormente pasa al noviciado, tiempo de formación para la candidata durante dos años.

Al inicio de este periodo la candidata viste el habito de Nuestra Orden, teniendo por distinción de las profesas el velo blanco.

Después de los dos años de noviciado, las hermanas hacen su profesión de votos temporales en la que prometen a Dios vivir en obediencia, pobreza, castidad y clausura. De esta forma, se cambia el velo blanco por uno de color negro, signo de su consagración a Dios y finalmente la profesión definitiva.

oración contemplativa / Las hermanas clarisas viven dedicadas a la oración contemplativa, en clausura y desde la fundación del convento en el siglo XV hasta nuestros días testimonian con su vida en retiro y soledad la comunión amorosa con Dios, en adoración continua, alabanza e intercesión por el mundo.

En España hay una gran falta de vocación religiosa tanto para ser monjas como sacerdotes.

En el convento de Zafra, las últimas incorporaciones proceden del continente africano como hemos podido observar que han tomado los hábitos religiosas de Kenia y Tanzania. Así lo expresaba la superiora en pasadas fechas y anima a aquellas personas que tengan esa vocación que se incorporen.

monasterio / El Convento de Santa Clara de Zafra como se le conoce en la ciudad, o Monasterio de Santa María del Valle, nombre oficial, fue fundado en 1428 por Gomes I Suárez de Figueroa y su esposa Elvira Laso de Mendoza con el objetivo de satisfacer las vocaciones religiosas de sus dos hijas, Elvira y Leonor.

De esta forma, fue construido entre 1430 y 1454 y utilizando materiales como la pizarra, ladrillo, madera o cal. El convento de Santa Clara de Zafra se encuentra en pleno centro de la ciudad, en la calle Sevilla, principal arteria comercial del Zafra y a escasos 100 metros del Palacio de los Duques de Feria.