La mortalidad por ictus en Extremadura es de las más elevadas del país. La tasa regional es de 112 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, mientras que la media nacional se sitúa en 91,6. Es decir, cada mes mueren en Extremadura una media de 60 personas en la provincia de Badajoz y 40 en la provincia de Cáceres, lo que sitúa a la región como la cuarta comunidad autónoma con mayor mortalidad a consecuencia de esta enfermedad cerebrovascular.

Los datos de la Sociedad Española de Neurología indican que cada año se registran en Extremadura unos 1.600 casos de ictus, una cifra que la Sociedad Española de Hipertensión eleva hasta los 3.500. Esta enfermedad suele afectar al sector de población de edad más avanzada, aunque en los últimos años se produce con mayor frecuencia a edades más tempranas.

El 25% de la población extremeña que ha sufrido un infarto cerebral es menor de 65 años. El ictus, por debajo esta edad es tan grave como a edades posteriores, ya que sólo un tercio consigue recuperarse bien mientras que del resto, la mitad fallece en el primer año y la otra mitad arrastra alguna secuela que le impedirá volver a trabajar.

SITUACION PREOCUPANTE Con estos datos, la Sociedad Española de Neurología considera que la situación en Extremadura es preocupante, ya que asegura que actualmente los medios para la asistencia del infarto cerebral agudo en la región son insuficientes: no existen unidades de ictus en la comunidad ni se realizan guardias hospitalarias con presencia física de neurólogo las 24 horas del día.

Con motivo de la celebración del Día del Ictus, los neurólogos del Servicio de Neurología de Cáceres advirtieron ayer de la necesidad de crear una unidad en la comunidad extremeña, argumentando que distintos estudios han demostrado que estos equipos específicos consiguen reducir significativamente la mortalidad, pero también la morbilidad, además de la estancia del paciente en el hospital y los costes que todo esto supone para el Servicio de Salud.

El presidente de la Sociedad Extremeña de Neurología y doctor en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, José María Ramírez, y la neuróloga María del Mar Castellano, manifestaron ayer a Europa Press la importancia de concienciar a la población en la prevención de esta enfermedad. Los doctores aseguraron que los principales factores de riesgo de cara al ictus son, en lo que se refiere a hábitos de vida, el tabaquismo, el alcohol, el consumo de drogas, una dieta con exceso de grasas y el sedentarismo.

En este sentido, enviaron un mensaje a los extremeños recordando que esta enfermedad es tratable y prevenible. Para ello, manifestaron, es aconsejable que se mantenga una vida sana, en la que se lleve a cabo una adecuada alimentación, se practique algo de deporte, no se fume y se controlen adecuadamente los factores de riesgos.