Los taxistas de las ciudades de Badajoz y Cáceres han respaldado hoy, a través de concentraciones y marchas de protesta, el rechazo del sector a la manera de coexistir en el mercado con los vehículos de alquiler con conductor (VTC), la forma de negocio de Uber o Cabify.

En otras ciudades, como en Mérida, los taxistas no han organizado iniciativa alguna en este sentido, según han informado a EFE desde las dos asociaciones emeritenses, que agrupan a cerca de medio centenar de licencias.

En la capital pacense, con 143 taxis, los profesionales del sector se han concentrado esta mañana en los alrededores del estadio de fútbol Viejo Vivero y posteriormente han protagonizado una caravana de protesta hasta la avenida Sinforiano Madroñero.

Además, han detenido su actividad entre las 10.30 y las 11.30 horas, han explicado desde la asociación local de taxistas.

En la ciudad de Cáceres, con unas 70 licencias aproximadamente, los taxistas también han recorrido esta mañana el casco urbano para hacer patente su malestar y desde mediodía han iniciado un paro en su actividad.

Miles de taxistas de toda España -cerca de 10.000 según los organizadores- se han manifestado hoy a pie por la arteria principal de Madrid para exponer su rechazo a la manera de coexistir en el mercado con los vehículos de alquiler con conductor (VTC).

Los taxistas en esta ocasión marcharon desde la glorieta de Atocha, hoy sin taxis hasta la 18.00 horas -como el aeropuerto, las calles madrileñas y de muchas otra ciudades-, hasta la plaza de Neptuno, un final muy próximo al Congreso, que es donde el gremio del taxi quiso llevar su voz reivindicativa.

La marcha de protesta, acentuada por el ruido y el humo de las tracas y el sonar ensordecedor de las bocinas, fue calificada como "una jornada sin precedentes" por el presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de España, Julio Sanz.

Sanz ha explicado a EFE a pie de manifestación que este camino emprendido por el taxi "no tiene retorno" y ha reiterado que si la Administración no responde, "vamos a ir a por todas por no tener en cuenta" a un colectivo de más de 100.000 personas.

Ha solicitado para el colectivo "medidas concretas y de aplicación inmediata" y ha reiterado que la Administración "tiene que posicionarse, o por un servicio público u otro privado en manos de tres o cuatro grandes empresas".

Pancartas con lemas en cabecera como "Stop VTC", "Contra el desamparo del servicio público" o "Que se cumpla la ley: no más VTC", la manifestación careció de incidentes y se cerró con la entrega de escritos reivindicativos a representantes políticos a las puertas del Congreso.