En el universo de la caja tonta no todo son batallas de audiencias. Las políticas adquieren cada vez mayor dimensión. La negociación para la puesta en marcha de la televisión autonómica extremeña entrará en las próximas semanas en su recta final. Rodríguez Ibarra tiene la decisión tomada: habrá canal propio en el 2004 con o sin el respaldo de la oposición. IU también está por la labor de sacar adelante el proyecto. La postura del PP en el proceso no es, en cambio, tan transparente. El partido que lidera Carlos Floriano defiende ante la opinión pública que, antes dar el sí, quiere tener en su poder la liquidación del anterior acuerdo con Canal Sur y garantizarse que el PSOE no podrá hacer y deshacer a su antojo.

LA TEORIA DE MERIDA

Sin embargo, fuentes de la Junta aseguran que los motivos del PP tienen un trasfondo más oscuro. Y es que Génova es consciente de que la entrada de TV Extremadura en la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) haría perder al PP el control que actualmente ejerce sobre la junta general de un organismo que, no hay que olvidarlo, controla una parte del multimillonario pastel de los derechos de televisión del fútbol patrio.

En la Junta de Extremadura no albergan dudas: Madrid está dando órdenes a Floriano para frenar la TV extremeña, no sólo por el temor a que pueda convertirse en un instrumento al servicio del PSOE e Ibarra, sino por el impacto que tendría en la FORTA la entrada del canal extremeño, rompiendo el dominio que actualmente mantienen el PP y sus socios políticos.

La FORTA asocia a ocho entes públicos de radio y televisión. Tres están controlados por el Partido Popular: Telemadrid, TVG (Galicia) y Canal 9 (Valencia). Un socio habitual del Gobierno como es Coalición Canaria tiene mayoría en el consejo de administración de TV Canaria. CiU, colaborador circunstancial del PP, controla TV3 (Cataluña). El PNV hace lo propio con Euskal Telebista (ETB). Y, por último, el PSOE ostenta el control sobre solamente dos canales: Canal Sur (Andalucía) y TV Castilla-La Mancha.

La opinión generalizada es que el PP tiene el mando de las decisiones en la FORTA. O al menos, no hay medida estratégica que pueda salir adelante sin su visto bueno.

El máximo órgano directivo de la federación es la junta general, donde se sientan los directores generales de los entes públicos y se marcan las directrices de actuación. La presidencia es rotatoria cada seis meses entre los directores generales y su labor es únicamente de representación.

EL MARCADOR POLITICO

Gracias a los representantes de Telemadrid, Canal 9, TVG y CC, el PP controla el 50% de la junta general, por lo que está en condiciones de vetar o impulsar cualquier proyecto, máxime teniendo en cuenta que CiU y su TV3 suelen ser también aliados y buenos compañeros de viaje.

Canal Sur, TV Castilla-La Mancha y ETB son las únicas cuyo control político escapa absolutamente a los populares. Pero son minoría.

Si entrara en la FORTA una cadena de una comunidad gobernada por los socialistas, como es el caso de Extremadura, el supuesto equilibrio controlado que mantiene el Partido Popular se rompería y las juntas generales de la federación podrían echar chispas en determinados temas.