El mes de junio arranca hoy en Extremadura con temperaturas que superarán los 30º en la práctica totalidad de la región. De hecho, en todas las ciudades, a excepción de Plasencia que se queda en sólo 28º de máxima, los termómetros suben, y llegarán, en Badajoz y Mérida, a los 33º.

Mañana el calor se hará más intenso, y luego se prevé un leve respiro, sin bajar de los 30º, el viernes y el sábado.

Ya el domingo las temperaturas volverán a subir de forma brusca (entre 3º y 4º, según las zonas), y el lunes se rondarán los 35º, superándose, con 36º, en Mérida y Badajoz.

De este modo, el Plan de Prevención del Calor se inicia en la región con registros que, sin ser excepcionales, sí que provocarán sensación de sofoco, acentuada por el hecho de que los cuerpos aún no se han habituado a las altas temperaturas.

PERSPECTIVAS CARA AL VERANO En todo caso, el caluroso inicio de junio no permite presagiar que este verano vaya a destacar por sus altas temperaturas, ni tampoco lo contrario. Según explicó Adolfo Marroquín, director del Centro Meteorológico Territorial de Extremadura, es imposible hacer predicciones estacionales mínimamente fiables.

Así, comentó que las predicciones que se realizan observando los datos de las distintas variables atmosféricas no alcanzan más allá de los siete o nueve días. Respecto a previsiones a medio y largo plazo, "se fundamentan en la estadística, pero tienen muchos fallos".

Marroquín apuntó que estas previsiones estadísticas sólo marcan "que cuando un invierno tiene unas características determinadas, el verano siguiente suele ser de este modo, pero no tiene por qué suceder así". Además, explicó que "en el caso actual, ni siquiera contamos con una base estadística para hacer la predicción, porque el periodo de sequía que estamos atravesando no tiene comparación con ninguno de los registros de los últimos 130 años, así que no hay nada con lo que comparar".

Del mismo modo, el director del Centro Meteorológico extremeño manifestó que la ciencia ha conseguido hacer previsiones fiables a la vuelta de unos días, y predicciones con base estadística en un horizonte de diez o quince años, "pero en medio seguimos teniendo un punto oscuro donde fallan los modelos, así que decir qué ocurrirá en verano es adivinación no predicción".