El temporal de lluvia y viento que durante las últimas 48 horas ha azotado parte de la región ha ocasionado daños y problemas de diversa consideración en distintos puntos de Extremadura. De hecho, el tráfico ferroviario tuvo que ser cortado en la madrugada de ayer en el kilómetro 375, entre Arroyo de la Luz y Malpartida de Cáceres, a causa de las fuertes lluvias, que arrastraron piedras y barro a la vía. Además, se registraron dificultades en la red de carreteras, en el sistema eléctrico y en algunas líneas de telefonía móvil.

Según informó la Delegación del Gobierno, el corte ferroviario afectó a los servicios del tren Lusitania Madrid-Lisboa en ambos sentidos. Renfe tuvo que fletar varios autobuses para trasladar a los pasajeros. 97 personas fueron transportadas por carretera desde Cáceres a la estación de Valencia de Alcántara y otras 67 hicieron el viaje en sentido contrario. El tráfico quedó restablecido a las 14.30 horas después de que una máquina retroescavadora limpiase la vía.

Esta es la segunda ocasión en apenas un mes que el servicio del tren Lusitania a su paso por Extremadura se ve afectado por el temporal. El pasado día 6, un desprendimiento de tierras, posiblemente originado por las fuertes lluvias caídas en las inmediaciones de San Vicente de Alcántara, provocó el descarrilamiento del convoy. Sólo uno de los 73 pasajeros tuvo que recibir atención hospitalaria debido a una rotura de clavícula.

El Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura desactivó a las 10.00 horas de ayer la alerta por fenómenos meteorológicos adversos. Sin embargo, durante la tarde-noche del viernes y la madrugada se produjeron cortes de luz en varias localidades de la región. Fue el caso de Malpartida de Cáceres, Arroyo, Cabezuela del Valle y Navaconcejo, entre otros.

ACCESOS CORTADOS Además, el acceso principal al balneario de Valdastillas, a través de la N-110, volvió a quedar interrumpido por la crecida del río Jerte. Según informaron desde el Parque de Bomberos de Plasencia, el agua originó daños en el asfalto, por lo que hubo que parchear ese tramo de carretera con grava. A media mañana de ayer ya se podía acceder con normalidad a las instalaciones, en las que se alojaban 167 personas.

En Badajoz, el fuerte viento derribó el cercamiento del campo de fútbol del Gurugú. Parte del muro y de las vallas, así como las marquesinas de los banquillos, fueron arrastradas hasta la carretera que conduce a la depuradora, lo que obligó a cortar la vía durante varias horas.

Asimismo, en las localidades de Aldehuela y Holguera, en la provincia de Cáceres, un tornado derribó el viernes por la noche secaderos de tabaco e invernaderos, y creó daños en tejados y vallados de varios edificios, informa Nieves Agut.

El viento también fue el responsable de los problemas en las líneas de telefonía. La compañía Orange comunicó que a las 19 horas del viernes sufrió una avería en su sistema, así como el derribo de varias torres, que dejaron sin cobertura a sus clientes en la región. Hasta el medio día de ayer no pudieron comenzar a rehabilitar el servicio.

El temporal también ha ocasionado la caída de árboles, farolas y postes de luz, desprendimientos e inundaciones. En Plasencia, que estaba en alerta por posibles crecidas ante el desembalse de una de sus presas, la jornada discurrió sin incidentes.