¡Ya están aquí las rebajas! Las ciudades extremeñas se llenaron ayer de gente que, desde primera hora de la mañana, peleaba para conseguir el mejor precio en la ropa más vistosa. Los maniquíes habían desaparecido de muchos escaparates. En su lugar, los carteles se visten de descuentos para atraer hasta al último cliente.

Con el calor en las calles, la crisis económica de la que tanto se ha hablado durante las últimas semanas pareció esfumarse. Así lo atestiguaban ayer los autobuses que llegaron a las capitales desde los distintos pueblos de la región, llenos de jóvenes --en su mayoría chicas-- dispuestos a gastar los últimos ahorros en aquellos pantalones que costaban el doble tan solo un día antes. "Nosotras nos hemos levantado a las ocho y media de la mañana, a ver si vemos algo", dice una joven mientras busca su cartera entre las bolsas de los comercios en los que ya ha estado. "Luego nos vamos a comer y seguimos de tiendas", dicen las amigas, que hacen cola junto a ella en Calzedonia, una céntrica tienda de Cáceres.

De este modo, ayer resultaba difícil andar por las zonas comerciales de las principales ciudades de la región, donde los extremeños, cargados de bolsas, caminaban en zigzag de tienda en tienda. "Nosotros tenemos siempre mucha clientela, muy constante. No se nota demasiado porque sean rebajas", comentaba la encargada de Tara.

Pero, sin duda, uno de los mayores reyes de estos días es el grupo textil Inditex, que cuenta con varias de las tiendas más visitadas durante la época de oportunidades: Zara, Stradivarius, Pull and Bear o Springfield. En esta última, Josefa esperaba en la mañana de ayer para pagar dos camisetas que eligió para su hijo, "pero no tengo idea de comprar mucho, solo lo necesario, y eso que este año parece que hay más ofertas".

En efecto, el mal tiempo con el que se ha vestido la temporada primavera-verano 2008 ha hecho que muchos no se decidiesen a comprar demasiada ropa, dejando llenos almacenes y trastiendas de comercios que, como Intersport Mostazo, en la capital cacereña, ahora contraatacan con "primeras, segundas y terceras rebajas desde el 1 de julio".

Esta revancha textil comenzó ayer a causar un auténtico boom entre los compradores, pero también entre los empresarios, que han tenido que contratar a más dependientes que agilicen las ventas, como en Mango, o que impidan que sean las manos las que se vistan de guantes blancos entre tanta confusión, como ocurre en Bershka.

Y si en Cáceres las tiendas se llenaron por muchos que, como Fani, opinan que "hay que aprovechar mientras haya ropa y comprar todo lo que puedas, porque todo esto en seguida se acaba", lo mismo ocurrió en Badajoz. Noelia había esperado hasta las rebajas para renovar su vestuario de verano confiando en que este año fueran "buenas" y acertó.

Como ella, cientos de pacense llenaron ayer las tiendas de Menacho, Santa Marina o el Casco Antiguo. A media mañana los párkings de San Atón, El Corte Inglés y Menacho estaban al completo. "Al empezar un día de diario no ha habido tanta gente como otras veces, pero esperamos que el fin de semana sea más fuerte", apuntaba Emilio Doncel, presidente de Menacho.

Teresa Buzo, de Pauta y Roberto, notaba menos movimiento que otras campañas y Dolores Rodríguez, de Sprinfield, que los clientes miraban más los precios.

En el Corte Inglés la afluencia fue ayer, primer día de rebajas, similar a la de un fin de semana, según las estimaciones de su responsable de Comunicación, Miguel Luna, que comentaba que este año los descuentos eran "más agresivos". Con el coincidían Doncel y también el presidente de los comerciantes de Santa Marina, José Antonio Trejo, y el gerente del Casco Antiguo Domingo Poves. ¿El motivo? Las ventas en primavera no han sido buenas y los establecimientos quieren "compensar" la temporada vendiendo todo el género que en estos momentos tienen en stock.