Una semana después de que se confirmaran los 79 primeros casos de lengua azul en la región la Junta ha decidido iniciar un nuevo proceso de vacunación masiva para tratar de evitar su propagación por las explotaciones ganaderas. Aunque se trata de una patología de carácter animal que no afecta en ningún caso al ser humano, la fiebre catarral ovina genera unas importantes pérdidas económicas a la ganadería, tanto por la muerte o sacrificio de los animales contagiados --el año pasado causó 90.000 muertes en la cabaña ovina--, como por las restricciones de movimientos de ganado a las que se ven sometidos por los protocolos sanitarios.

La aparición de un nuevo serotipo de la enfermedad en el norte del país ha llevado a la Consejería de Agricultura a iniciar una nueva campaña de vacunaciones para evitar su llegada a la región. Ayer mismo transmitió esta decisión al conjunto de organizaciones y cooperativas agrarias de la región. De esta forma, la campaña de vacunación contra el serotipo 8 de la lengua azul , así como la revacunación de la correspondiente al tipo 1, se iniciará a finales del mes de octubre o principios de noviembre. El otro serotipo que circula por el país, el 4, ya ha sido objeto de campañas de vacunación.

La Junta ya ha solicitado las dosis necesarias para vacunar de ambos serotipos a las aproximadamente 4 millones de ovejas que forman la cabaña ovina de la región, y a las 300.000 reses que hay en Extremadura, a lo largo de un proceso que se prolongará durante un periodo de dos meses. Según la experiencia acumulada de campañas anteriores, se comenzará a vacunar por las zonas limítrofes con otras provincias para minimizar el riesgo de que el nuevo serotipo entre en la región.

Las organizaciones agrarias comparten la adopción de esta medida, tanto en lo que respecta a la vacunación como a las fechas escogidas, ya que se minimizarán las pérdidas de los ganaderos extremeños al coincidir con una restricción que afecta al conjunto del país. Tras participar en la reunión con la directora general de Explotaciones Agrarias de la Junta, María Curiel, el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, apuesta por tratar este asunto con la mayor transparencia debido a que se trata de un problema "económico y de sanidad animal", por lo que espera que se consigan unas "reglas de convivencia con la enfermedad que eviten que los ganaderos sufran tanto económicamente como lo han hecho en el pasado". El presidente de APAG, Bibiano Serrano, insiste en que es una "enfermedad burocrática" que "asfixia" a los ganaderos con medidas impuestas por los protocolos sanitarios que impide el movimiento de ganado.

AYUDAS EUROPEAS Esta enfermedad es objeto de debate estos días en la Unión Europea, que hoy mismo abordará en el consejo de ministros de agricultura de la UE un incremento de las ayudas comunitarias a la vacunación como medida para erradicar la enfermedad en el continente europeo. Esta medida se estudiará a petición de España y otros 18 países que reclaman que el año próximo se costee el cien por cien de la adquisición de vacunas contra la lengua azul y el cien por cien de los gastos que suponga su aplicación, según declaró ayer el secretario de Estado español del Medio Rural, Josep Puxeu.