Por manida, la frase no deja de tener su parte de razón. Aunque suben, los salarios lo hacen por debajo de lo que aumentan los demás productos. Así, al menos se deduce de comparar la evolución de la variación del Indice de Precios al Consumo (IPC), con la del coste salarial en los últimos años. Tanto en Extremadura como en el conjunto del país, los trabajadores no han dejado de perder poder adquisitivo año tras año desde el 2002, con la única excepción del 2006 (a nivel regional y nacional) y también del 2003 (pero solo para la tasa española).

Esto significa que, en general, cuando se hace balance anual, los precios han subido más de lo que lo han hecho los salarios. Así ha ocurrido en la región desde hace más de un lustro, de modo que las retribuciones de los extremeños suben casi dos décimas menos, de media, que el IPC registrado en la comunidad. Pero el desfase sería superior (cinco décimas) si no tuviéramos en cuenta el año 2006, cuando un atípico incremento del 3,9% en el coste salarial hizo que el poder adquisitivo de los habitantes de Extremadura subiera más de un punto y medio con respecto al IPC.

También la comparación a nivel nacional correspondiente al mismo año revela un saldo positivo para las retribuciones de los asalariados, en este caso de un punto porcentual. En el caso del conjunto del país, la media de pérdida de poder adquisitivo es de solo un 0,12%, puesto que en este caso los españoles consiguen un saldo positivo en dos ocasiones (en el 2003, cuando los salarios subieron un 0,7% más que los precios, y en el 2006, cuando lo hicieron en un punto porcentual).

No obstante, la situación no es comparativamente mucho mejor que en Extremadura y, de hecho, en el último año los salarios crecen menos, de media, a nivel nacional pese a que el IPC sube exactamente lo mismo que en la región (4,2%), por lo que la última pérdida de los extremeños sería ligeramente inferior a la experimentada en el conjunto de España. Además, en los dos años anteriores la situación también ha sido más favorable a los salarios de los extremeños que a los del conjunto de los españoles, puesto que en el 2006 su subida arrojó un saldo positivo de medio punto superior al índice nacional y en el 2005 habían perdida otro medio menos.

El caso es que, más allá de diferencias porcentuales, la sensación predominante es que los precios suben mucho más que los sueldos. De hecho, las cifras demuestran como, año a año, los precios tienden a incrementarse por encima de lo que lo hacen los salarios. Por ahora, la tendencia alcista del IPC en los últimos meses se mantuvo el pasado mes de febrero (4,4% en España y una décima más en Extremadura). ¿Y los sueldos?