La Dirección General de Tráfico (DGT) está estudiando la posibilidad de consultar y pedir la opinión de los conductores para decidir la ubicación de los futuros radares de velocidad en las carreteras españolas. Esta iniciativa pionera, según adelantó ayer el director general de la DGT, Pere Navarro, podría ponerse a prueba en los próximos meses en la provincia de Cáceres.

Navarro explicó en una entrevista a la Agencia EFE que se está estudiando esta posibilidad. El objetivo, según puntualizó, es profundizar en la idea de que los radares son mecanismos para la seguridad de los propios conductores, "y nos gustaría que los sintieran suyos". De esta forma, la DGT intenta cambiar la percepción que los ciudadanos tienen sobre estos mecanismos, que muchos ven aún como una herramienta con fines recaudatorios. Navarro no concretó cuándo se puede poner en marcha este proyecto, aunque sí admitió que Cáceres es una de las provincias candidatas para probarlo.