Las estadísticas sobre el número de fallecidos en carreteras extremeñas siguen cayendo (18 menos el último año), pero la Dirección General de Tráfico (DGT) no baja la guardia y a lo largo del presente año instalará siete nuevos radares fijos, cuatro en la provincia de Badajoz y tres en la de Cáceres, que se unirán a los 18 vigentes en este momento. En las carreteras pacenses estarán ubicados en la A-5, entre Badajoz y Montijo; la N-432 en Santa Marta de los Barros; la EX-206, entre Don Benito y Villanueva de la Serena; y en la carretera de Olivenza, en la EX-107. Respecto a Cáceres, aún no se ha acordado su ubicación exacta, pero la responsable de la Dirección Provincial de Tráfico de Cáceres, Cristina Redondo, dice que habrá uno en la A-66 o en la A-5, y otros dos en carreteras convencionales.

Al día de hoy hay 18 radares fijos operativos en las carreteras extremeñas, nueve en cada provincia, aunque en la pacense hay once cabinas preparadas para ello que registran estos puntos de control de velocidad. Hace tres meses la Dirección Provincial de Tráfico de Badajoz solicitó esos nuevos radares y su director, Antonio Marín Murga, espera que se instalen en los próximos meses en los puntos anteriormente citados.

En el caso de la provincia de Cáceres también hay 9 radares en activo, a los que se incorporarán en los próximos meses otros tres, aún sin una ubicación determinada.

Y es que, pese a estar señalizados, los radares fijos pillan a 20.000 conductores cada año en las carreteras extremeñas por conducir a mayor velocidad de las permitidas en esas vías, y suponen cerca del 20% de las sanciones de tráfico.

LAS CAUSAS En cualquier caso, los últimos datos apuntan a que el exceso de velocidad tiene cada vez menos incidencia en los accidentes mortales, y las distracciones de los conductores y, sobre todo, circular sin el cinturón de seguridad, son cada vez más comunes como causas de los siniestros. Basta un dato, solo en lo que va de año en la provincia de Badajoz se han registrado tres fallecidos en las carreteras que no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Esta circunstancia supone que "hay que hacer mucho más hincapié en este año e incidir mucho más en este sentido", señala Marín Murga.

Lo cierto es que el pasado año cayó de forma considerable el número de fallecidos en las carreteras extremeñas, un 21% respecto al 2008, con 18 víctimas menos exactamente. Los 67 fallecidos en la región se produjeron en 60 accidentes mortales, un número que también descendió en 13, el 17,8%.

Esta misma tendencia se extiende a todo el territorio nacional, ya que el número de víctimas en las carreteras españolas en el 2009 bajó en todas las comunidades autónomas. Durante el año pasado perdieron la vida en las carreteras 1.897 personas, un 13% menos que en el 2008, y se produjeron 1.690 accidentes mortales, un 12,3% menos que en el ejercicio anterior. Además, por primera vez en los últimos cuarenta y cinco años el número de víctimas mortales está por debajo de las 2.000.