El sector de las máquinas recreativas y las llamadas tragaperras; es decir las máquinas de tipo B, perdió pasado año un 15% de recaudación. Así, según los datos aportados por la Asociación Extremeña del automático, en el 2003 se contabilizaron 7.700 euros brutos de media por máquina, y un gasto real --el que hace menos el dinero que logra en premios-- de 42 euros por extremeño, 8 euros menos que en el año 2002. Según el presidente de esta asociación, Juan Francisco Puerto, este colectivo atraviesa una "crisis" en Extremadura, con un descenso progresivo en sus beneficios, que se refleja, por ejemplo, en la eliminación de 281 máquinas de los locales.

En este sentido, se ha pasado de 5.473 máquinas en el 2002 a 5.192 en el año 2003, lo que se traduce en "una bajada de recaudación del 15 por ciento el pasado año", con una media de 7.700 euros, "aunque a esto hay que reducirle los 3.143 euros por máquina de la tasa fiscal", y teniendo en cuenta el descenso también en el gasto real por habitante, que es "lo que realmente no se le devuelve en premios al jugador", explicó Puerto.

El sector atribuye esta crisis a que la legislación está "muy encorsetada a la hora de innovar cuestiones tecnológicas en las máquinas" y a que la población joven "no entiende que la máquina sea un producto atractivo y hay una pérdida de usuarios".

Según el responsable de la asociación, "las normas son muy estrictas y se están haciendo propuestas por parte del Ministerio del Interior para que sean máquinas recreativas, den premios y entretengan, y no en convertirlas en un problema familiar". Además, Puerto destaca que todo eso se ha visto reflejado en el descenso en el parque de máquinas y de recaudación en las que están vigentes.

CASINO Por otro lado, no creen que la apertura del casino extremeño vaya a influir en el sector de las máquinas recreativas y tragaperras, porque "es para otro tipo de jugador, con una solvencia económica mayor, y las máquinas son totalmente distintas, con mayor premio pero sin entretener, con una función distinta a la nuestra".

La situación la está padeciendo el sector en general en toda España, y los profesionales "ven necesario introducir reformas en la legislación de máquinas", señaló Puerto, porque "el material no es atractivo y la presión fiscal es alta". El recorte económico en ocio para invertir en comprar una vivienda o en un vehículo son otros motivos de esta crisis, según el sector.