Los actuales horarios del tren en Extremadura provocan que las grandes ciudades de la región no tengan conexión ferroviaria entre ellas por un periodo de tiempo que oscila entre las 9 y las 18 horas diarias, con una media de doce horas al día de incomunicación . Además, estos horarios, que han sido muy criticados tanto por la Junta de Extremadura como por los sindicatos de Renfe, provocan que los cientos de funcionarios extremeños que se desplazan diariamente a Mérida desde Badajoz y Cáceres opten por el autobús o la carretera como medio de transporte habitual.

Los enlaces ferroviarios entre las principales ciudades de la región, unidos a la escasez de autobuses entre ellas, provocan que éstas permanezcan incomunicadas entre ellas durante buena parte del día. En concreto, en el caso del tren entre Mérida, Badajoz y Cáceres hay un vacío diario que oscila entre las 9 y las 18 horas seguidas, dependiendo del recorrido concreto.

HORARIO CONCRETO

Así, por ejemplo, de Mérida a Badajoz hay un tren a las siete de la mañana y el segundo sale cerca de la una de la tarde. Por la tarde no hay ninguna conexión entre las tres y las ocho y a las diez y cuarto se cierra el trazado, que se reinicia nueve horas después.

En el caso contrario, de Badajoz a Mérida, los horarios están repartidos a lo largo de la mañana y de la tarde, pero el último sale de la capital pacense a las 19.40 horas, provocando un vacío de once horas entre ambas ciudades.

Si se analiza el trazado entre Mérida y Cáceres la situación es aún peor. Sólo hay cuatro posibilidades, nueve de la mañana, una y media de la tarde, tres y media y nueve de la noche. Es decir, doce horas sin conexión. La cifra aumenta hasta las trece horas en el caso del recorrido inverso.

Pero sin duda la peor conexión es la que une a las dos mayores ciudades extremeñas, Cáceres y Badajoz, aunque en este caso el principal problema es que al no haber un trazado ferroviario directo la línea ha de pasar por Mérida. El tiempo aproximado de viaje es de dos horas y sólo hay tres máquinas diarias que completen el trayecto. De esta forma, entre las capitales provinciales hay un vacío ferroviario de entre 16 y 18 horas cada día.

Estos horarios provocan, entre otras cosas, que el autobús y la carretera ganen la partida al ferrocarril a la hora de captar los miles de trabajadores que se desplazan diariamente hasta Mérida.