A finales del pasado noviembre ya se preveía lo que iba a pasar. Los instaladores no disponían de la cantidad de material necesario para adaptar las antenas de los edificios para permitir la entrada de los canales de TDT a través de una nueva frecuencia y ya avisaron de que el 31 de diciembre, la fecha límite impuesta por Europa para el 'apagón' de la frecuencia habitual, muchos hogares dejarían de ver la televisión. El anuncio de la adaptación se había hecho apenas tres meses antes y los fabricantes de los aparatos necesarios para poner al día las antenas (de los edificios con más de tres vivienda, puesto que los unifamiliares solo necesitan resintonizar) no daban abasto, acumulaban hasta listas de espera de meses para entregar el material. A menos de un mes del cambio apenas se habían adaptado el 50% de los edificios, según las estimaciones del Ministerio de Industria.

Así, la presión de los profesionales del sector --empresas de instalación, cadenas, distribuidores de señal,...-- y los problemas que se vislumbraban, obligaron al Gobierno estatal a replantearse la situación y ampliar la fecha límite para el traspaso de los canales tres meses más, hasta el 31 de marzo. Ya no habrá más prórrogas y se espera que el cambio llegue mañana sin problemas. El miércoles, 1 de abril, estará listo el Dividendo Digital.