En el lavadero / te he visto lavar / te he visto las ligas / y eran colorás . Entre estas coplillas, chismorreos, dimes y diretes pasaban sus largas jornadas María la Cana , la Forosa , Ana la Clavera , Gregoria la Mimosa y otras muchas lavanderas cacereñas. Ninguna podía imaginar por entonces que su único día de asueto, la Fiesta del Febrero, se iba a convertir en la jornada inaugural de los carnavales. Por decimosexto año consecutivo, el Aula de la Tercera Edad de la Universidad Popular volvió a rememorar ayer esta cita que se consolida como una de las más atractivas del programa cacereño: 3.000 personas acudieron por la mañana a la plaza Mayor para sumarse a los festejos.

Un centenar de mayores y muchos, muchísimos niños de distintos centros acompañaron al cortejo, que salió del Aula de la Tercera Edad, borrico incluido, repartiendo anís y coquillos por Cáceres. Ellas, vestidas de lavanderas. Ellos, de aguadores. La viva estampa de antaño en Fuente Hinche, Beltrán, La Madrila, Concejo, Fuente Fría y Rocha. Sobre el burro llevaban El Febrero, un pelele relleno de paja que las mujeres quemaban antiguamente como gesto de rechazo a un mes de clima inestable. Y ayer acabó de nuevo en la hoguera.

EL LEGADO Cuando la comitiva llegó a la plaza Mayor, los mayores leyeron el Manifiesto de las Lavanderas. "Nuestro deseo es que la tradición no se olvide y los jóvenes sigan este legado, porque las costumbres de un pueblo son parte fundamental de su desarrollo", señalaron. De hecho, la Universidad Popular acaba de reeditar el libro Aprender desde el recuerdo , sobre la vida de las lavanderas cacereñas. "Año tras año esta fiesta nos recuerda la dignidad de una profesión de la gente humilde de Cáceres. Debemos reconocer su sacrificio", declaró el alcalde.

A continuación, Felipe Peña prendió la hoguera del pelele ante la mirada atónita de los niños. Coral, de 8 años, confesó que era "el mejor momento de la fiesta, además de los dulces". Comenzó entonces el reparto de 8.500 roscas, 6.500 coquillos y 400 litros de aguardiente en el Foro de los Balbos, donde algunos se arrancaron a bailar La Mari Carmen a ritmo de charanga.