El desarrollo de la I+D+i en Extremadura no se entiende sin su universidad pública. La UEx genera más del 80% de la producción científica de la comunidad. De ello se encargan unos 2.000 investigadores (solo el 36% son mujeres), la mayoría también docentes, que se agrupan en nueve redes temáticas y en 224 grupos de investigación, aunque no todos mantienen el mismo nivel de productividad. A su vez, una parte de ellos se integra en nueve institutos universitarios de investigación, lo que les permite crear sinergias entre ellos y, en el futuro, mejorar su competitividad.

Esta es la estructura de un sistema aquejado sobre todo de falta de personal investigador y también de financiación, especialmente en los últimos años cuando la inversión pública ha caído cerca de un 40% y con ello también la de la UEx. «Algunas líneas de investigación han tenido que desaparecer pero sobre todo han disminuido al mínimo por la falta de recursos humanos». Estos son para el vicerrector de Investigación de la UEx, Manuel González Lena, los dos principales problemas que tiene el desarrollo de la I+D+i en Extremadura y también en España.

FINANCIACIÓN PRINCIPAL / Aún así, los investigadores extremeños logran captar entre 10 y 12 millones de euros cada año en las convocatorias competitivas europeas, nacionales y regionales, que suponen a día de hoy la principal fuente de financiación para poder investigar. Son programas como Horizonte 2020 o del Plan Nacional de Investigación, sin embargo, son escasos los proyectos internacionales que consiguen los grupos extremeños porque la competencia es mucho mayor. «Nuestra gran debilidad son los fondos europeos, de los doce anuales solamente un millón proviene de convocatorias europeas. Ahí tenemos que hacer un esfuerzo superior». De hecho, asegura que ya se está haciendo porque las peticiones han aumentado más de un 40%.

Sin embargo, la caída de la financiación en los últimos años y la creciente competencia «no aparecen reflejados en la producción científica de la UEx, quizás dentro de unos años cuando analicemos los resultados de ahora veamos una ligera reducción, pero si no la ha habido hasta ahora es probablemente por el compromiso que tienen nuestros investigadores con Extremadura y con la universidad, pese a las condiciones tan lamentables», señala el vicerrector. La UEx suele ocupar los puestos centrales en las clasificaciones nacionales sobre producción científica.

LA IMPLICACIÓN DE LAS EMPRESAS/ Otra fuente vital de financiación para la I+D+i está en los convenios y contratos con instituciones y empresas privadas que llegan a la universidad buscando soluciones. De esta forma, los grupos logran captar cada año unos cinco millones de euros a través de unos 250 convenios y contratos. Además de más financiación, esto supone que los resultados de la investigación lleguen a la sociedad. El registro de patentes es otro indicador que mide la tranferencia de esos resultados -la UEx cuenta actualmente con 121 patentes como titular único y 76 patentes en cotitularidad con otras entidades y está entre las siete universidades españolas con más solicitudes- como también lo son las spin-off, empresas innovadoras cuyo fin es transformar los resultados de una investigación en productos y servicios: hay doce spin-off extremeñas en marcha.

Otros datos que cuantifican la producción científica en la UEx son: unos 500 artículos en revistas JCR, 400 comunicaciones internacionales y otras 500 en congresos nacionales así como más de 120 libros y capítulos de libros. «Teniendo en cuenta que somos la universidad pública peor financiada del país, tenemos una producción bastante buena», valora el vicerrector.

Pero hay mucho margen para mejorar. Y para ello González Lena considera fundamental atajar uno de los grandes problemas de la ciencia: la falta de recusos humanos. «El acceso a la carrera investigadora se ha visto cercenado de una manera brutal en los últimos años. Un investigador tarda muchos años en hacerse y estamos echando en falta la incorporación de gente joven». Basta un ejemplo, la Uex cuenta actualmente con 15 becarios FPI (Formación de Personal Investigador) pero ha llegado a tener hasta 60.

DOS NUEVOS INSTITUTOS/ En cuanto a las infraestructuras, la universidad cuenta con doce servicios que ayudan a desarrollar la labor investigadora y nueve institutos de investigación «que fomentarán las sinergias entre investigadores». Hay otros dos nuevos ya aprobados por la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva que comenzarán a funcionar en los próximos meses: uno sobre biomarcadores de patologías metabólicas y moleculares (que ocupará espacios en los dos edificios contenedores de Badajoz y Cáceres) y otros sobre prospección educativa (estará en Educación). El VI Plan Regional de I+D+i, que se publicará en abril, ya incluye partidas concretas para estos grupos.

El vicerrector tiene puestas muchas expectativas en este nuevo programa regional: «Creo que es de las primeras veces que pasamos de las palabras a los hechos. El plan habla de cifras, de calendarios, de programación,... si somos capaces de desarrollarlo podremos empezar a hablar de un antes y un después de la I+D+i en Extremadura», afirma. El plan incluye medidas para que haya un trasvase de investigadores de centros públicos a las empresas, «en el momento en que estas empiecen a hacer I+D+i de verdad, es cuando despegaremos del todo».

Pero para lograr esto, el vicerrector considera necesario un paso más de los responsables políticos para alcanzar un buen pacto por la educación y «un convencimiento claro de que generar ciencia es mucho más económico y rentable que importarla. Por desgracia esto no es una realidad en España; la inversión en I+D+i da frutos a largo plazo y esos tiempo no son rentables para los políticos. Y ese es el verdadero déficit que tenemos», concluye.