Los trabajadores de 120 grandes empresas extremeñas secundarán la huelga general del 29 de septiembre convocada por UGT y CC.OO contra la reforma laboral, según adelanta el responsable de Comisiones en Extremadura, Julián Carretero.

Según recoge la agencia Efe, el secretario general de CCOO explica que ahora se intensifica la campaña que, aunque ha estado al "ralentí" durante el verano, ya ha dado sus frutos. Por ello, resalta que la mayoría de los empleados de las grandes empresas extremeñas, más de 120 que cuentan con más de un centenar de trabajadores, han trasladado su adhesión a la huelga.

A las asambleas informativas por las empresas, se sumarán también los actos en las cabeceras de comarca y los grandes municipios de la región que protagonizarán estos dos líderes sindicales.

Además, el jueves, 9 de septiembre, más de 500 delegados sindicales extremeños de UGT y CCOO acudirán a una gran concentración en Madrid, paralela al debate parlamentario de la reforma laboral.

Al día siguiente, en Cáceres, los líderes nacionales de UGT, Cándido Méndez; y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, participarán en un acto dentro de la campaña de movilización.

A juicio de los dirigentes sindicales extremeños, la reforma laboral abarata el despido, mantiene la temporalidad y precariedad del empleo, margina a la contratación indefinida e incrementa el poder del empresario.

Además, recuerda que la norma surgen en un momento de ajuste salarial a los empleados públicos y de congelación de las pensiones, y en el que se plantea una ampliación de la edad de jubilación y del período de cálculo de las pensiones.

De hecho, Carretero pronostica que después de la reforma de las pensiones puede llegar el recorte del subsidio agrario, ya que al Gobierno le va a resultar difícil mantenerlo debido a la "aritmética parlamentaria" de la que depende.

En opinión de los sindicalistas extremeños, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acabó en 2009 con la política que llevaba en línea con los sindicatos de protección social e inversión social, para atajar la crisis, para convertirse en el "adalid del liberalismo a ultranza", según Carretero.

Por eso, la huelga general persigue cambiar la política de un Gobierno que están actuando contra los más desfavorecidos, después de engañar a los trabajadores que le dieron su voto para que gestionara desde un punto de vista social.

A juicio de Francisco Capilla, de UGT, y de Carretero, el éxito de la huelga es más necesario en Extremadura debido a su tejido productivo y la precariedad de su empleo, y porque los datos del paro registrado de agosto demuestran que la reforma laboral no crea empleo indefinido.