Los sindicatos UGT y CCOO mostraron ayer su preocupación por la disolución de la empresa pública Gisvesa y abogaron por negociar un plan que permita dar continuidad a los empleos, pues según recordaron los trabajadores no son culpables de la situación. Desde CCOO señalaron que antes de anunciar su desaparición, debería haberse solucionado la situación de los trabajadores y por ello han pedido una reunión con el consejero competente, José María Vergeles. UGT por su parte, aboga por la incorporación de la plantilla en otras empresas públicas como Urvipexsa o Gpex. Al respecto, Vergeles aseguró que los empleados «seguirán trabajando».