UGT de Extremadura considera que la subida de los precios aleja el temor de la deflación en la región e incide que el problema se encuentra en el desplome del consumo por la destrucción del empleo.

Según la agencia Efe, el sindicato aboga por una política de garantía y mejora de los salarios para estimular la demanda y reactivar la economía, así como por una mayor disposición de cajas y bancos para dar liquidez al mercado y facilitar los créditos a empresas, autónomos y familias.

Precisa que por segundo mes consecutivo en Extremadura el IPC en abril registra una tasa anual negativa, aunque la tasa intermensual se ha situado en el 1,1 por ciento.

Por ello, subraya que no se puede hablar de deflación dado que, técnicamente, para que exista este fenómeno, la caída de precios ha de ser generalizada y persistente en el tiempo, de forma que provoque un cambio en las expectativas de los precios a medio plazo, y en sentido descendente.

"Y de momento no es así, dado que el descenso de los precios se centra en la energía y en determinados productos industriales", puntualiza UGT y detalla el descenso de la tasa de inflación en Extremadura y en el país se debe básicamente a la caída generalizada del consumo como consecuencia de la actual situación de la actividad económica y del empleo, pero también a la persistencia, "eso sí, cada vez menor", de los efectos derivados del precio del petróleo para los carburantes y combustibles.

El sindicato defiende una política de garantía y mejora de los salarios mediante la actuación autónoma de los interlocutores sociales en la negociación colectiva con la finalidad de estimular la demanda.

Los datos de convenios colectivos registrados en Extremadura indican una subida media del 3,17 por ciento en Extremadura hasta abril, lo que implica que esto se está produciendo y que, salvo por los datos de paro, "las expectativas de consumo se siguen viendo recortadas por los problemas de crédito de las entidades bancarias".