Ni Extremadura es el Reino Unido ni Canal Extremadura la BBC. Pero si los extremeños tuviesen que financiar directamente --siguiendo el modelo británico o uno similar-- el coste de la televisión pública autonómica mediante una tasa anual por hogar, cada familia tendría que desembolsar más de 75 euros cada año. ¿Es mucho? ¿Es poco? Sin entrar en valoraciones, lo que sí se puede decir es que es menos que lo que deberían abonar las familias del resto de comunidades autónomas que cuentan con un canal regional público --a excepción de Madrid, donde el coste medio está por debajo de los 70 euros--.

La Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca), la organización donde se agrupan las principales cadenas privadas de España --Antena 3, Cuatro, Telecinco, La Sexta, Canal Plus, Veo--, ha celebrado recientemente sus jornadas anuales. Y, como en cada edición, ha presentado un estudio en el que analiza el coste de la televisión pública en todo el país. El trabajo, realizado por la consultora Deloitte, cifra en 2.649 millones de euros el desembolso realizado en España en el 2009 para sostener el funcionamiento de Televisión Española y los 13 entes públicos regionales existentes --solamente Castilla y León, Cantabria, La Rioja y Navarra carecen de canal autonómico público--.

El informe no detalla cuál es el montante de Canal Extremadura, como tampoco el del resto de televisiones públicas. Pero hay estimaciones desde otros ámbitos. Según fuentes próximas al Consejo de Administración del ente autonómico, el coste conjunto de funcionamiento de la radio y la televisión regional oscila entre los 30 y 35 millones de euros, de los cuáles dos terceras partes (más de 20 millones) corresponden a la cadena televisiva. Esto se puede corroborar en las partidas presupuestarias de la Junta de Extremadura. Así, tanto en las cuentas del 2010 como en el borrador de presupuestos para 2011 se asigna al canal público montantes que superan los 21 millones de euros --a los que habría que sumar otros tres millones para la radio y seis millones más para el organismo que las integra--. Así, en el borrador de las Cuentas regionales se recoge: "para la consecución de los objetivos marcados en el 2011, (...) la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales (Cexma) considera necesario al menos que la asignación sea de 30.001.971 euros".

Fuera de presupuesto

No obstante, a estas cifras hay que añadir otras cuantías aportadas fuera de presupuesto. El último ejemplo es la subvención a fondo perdido de 3,495 millones de euros más IVA (en total, más de 4,1 millones) concedida en octubre a Canal Extremadura para la puesta en marcha de un informativo de noticias a mediodía y pagar los derechos de retransmisión de los partidos de fútbol de la Liga de Campeones --adquiridos el año pasado por tres temporadas a cambio de 3,6 millones de euros--. Prueba de ello es que la Cexma utiliza en todo momento la expresión "al menos", dejando abierta la puerta a la necesidad de ingresar más fondos públicos. Además, durante algunos años, la subvención recibida a través del proyecto Marca Extremadura --de hasta 9 millones, para cubrir la señal satélite, el alquiler de esa señal, la compra de programas turísticos, culturales y económicos y otros gastos de personal-- se ha dejado fuera de presupuesto.

El estudio de Uteca y Deloitte cifra en 76 euros el coste medio que tendría que haber realizado cada hogar extremeño, durante el 2009, para financiar el mantenimiento de la televisión autonómica. Solamente en la Comunidad de Madrid el gasto sería inferior (68 euros). "Funcionamos con unos costes mínimos y una austeridad máxima, prestando un servicio público que difícilmente podría ofrecer, al mismo nivel de calidad, una empresa privada", defiende Pablo Sánchez García, director de Canal Extremadura Televisión.

En el otro extremo, el mayor coste bruto lo soportan los habitantes de Islas Baleares, a los que el ente televisivo regional les sale por unos 233 euros de media por familia. También por encima de los 200 euros está el desembolso que tendrían que asumir los vascos, mientras que la televisión aragonesa supondría 151 euros de media por hogar y la catalana, 146 euros. El resto se mueven en la horquilla de entre 79 y 135 euros.

Con todo, esos 76 euros de coste medio en Extremadura en el 2009 suponen un descenso respecto al ejercicio anterior. En el 2008 el desembolso por unidad familiar, según Deloitte, rondó los 79 euros. "Nosotros también hemos tenido que ajustarnos a la situación económica. Hay recortes de gasto, sin renunciar a la calidad exigible. Estamos realizando los programas piloto del nuevo informativo del mediodía --que se estrena hoy lunes a las 14.30-- con un presupuesto similar o ligeramente inferior al del 2009", apunta Pablo Sánchez. De hecho, la estrategia de cara al 2011 pasa por incorporar programas de producción ajena "a costes muy reducidos o coste cero" procedentes de convenios con instituciones como la Asociación de Televisiones Iberoamericanas o la Universidad a Distancia (UNED). En este sentido el director de Canal Extremadura apunta que hay poco margen para hacer más recortes.

Una posible vía de intervención podría ser la reducción del gasto en servicios externos y trabajos realizados por otras empresas, partidas a las que se destinan cada año más de 15 millones. Pero hay que tener en cuenta que uno de los objetivos constituitivos del canal autonómico era el de apoyar e impulsar el sector audiovisual en la región.

Desde el PP extremeño aseguran que, aunque en líneas generales se trata de una televisión "austera", "se están realizando inversiones en el último año que resultan superfluas en estos momentos de crisis". En concreto, su portavoz, Luis Alfonso Hernández Carrón, se refiere al nuevo informativo y a la retransmisión de la Liga de Campeones. Asimismo, pone en cuestión la utilidad de emitir por satélite --dado el coste del alquiler de la señal--, el enfoque de la programación --"hay que replantearla, porque hoy ofrecemos lo mismo que las generalistas"-- y el excesivo peso de productoras de fuera de la región --"los principales programas y el grueso de la parrilla corresponde a empresas no extremeñas o cuyo capital está fuera de la región"--.

¿Suprimir la publicidad?

Uno de los motivos por los que Uteca realiza este estudio es para reclamar el fin de la publicidad en los medios públicos. De esta forma, las cadenas privadas podrían repartirse completamente el pastel publicitario, una vez que Televisión Española ya ha prescindido de sus anuncios (desde enero de este 2010). Según Uteca, en el 2009 los ingresos publicitarios de las televisiones públicas fueron de 660 millones de euros.

En el caso de Canal Extremadura, la publicidad apenas supone una décima parte de su presupuesto. Ronda los dos millones, salvo en el año 2009, cuando se elevó por encima de los cuatro millones. El resto de recursos procede, casi por completo, del erario público (Junta y subvenciones con otras administraciones: diputaciones, Asamblea...). La pregunta es: ¿puede prescindir la cadena pública de los anuncios? "Es un debate que no corresponde a la televisión y sus responsables, sino a la sociedad extremeña en su conjunto", replica su director, Pablo Sánchez García.