Las dos Unidades de Evaluación y Tratamiento del Dolor de Extremadura realizaron cerca de 4.000 atenciones en los seis primeros meses del año repartidas entre consultas de medicina, consultas de enfermería y asesorías telefónicas, tanto a facultativos y enfermeros como a pacientes. Además realizaron unas 100 sesiones docentes externas y rotaron por las unidades 15 personas entre estudiantes y Médicos Residentes.

La actividad de las Unidades de Evaluación y Tratamiento del Dolor ha ido incrementándose progresivamente, ya que en el año 2003 realizaron aproximadamente unas 6.300 atenciones, en el año 2004 pasaron a desarrollar unas 6.650, mientras en lo que va de año alcanzan ya las 4.000, según un comunicado de prensa remitido por la Junta de Extremadura, informa Ep.

BREVE RECORRIDO Estas Unidades fueron concebidas y puestas en funcionamiento a principios del año 2003 con una orientación tanto asistencial como docente y se dirigen, por una parte, a disminuir, en la medida de lo posible, el dolor crónico de los ciudadanos, y por otra, a mejorar la evaluación y tratamiento del dolor de los profesionales sanitarios.

Un grupo de 17 profesionales, médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y administrativos, integran las dos Unidades del Dolor que existen en la Comunidad y que se ubican físicamente, una en Badajoz y otra en Cáceres desde dónde desarrollan tanto labor asistencial, como docente, en estrecha colaboración con los profesionales de Atención Primaria y Atención Especializada.

Desde el punto de vista asistencial están destinadas a la atención, dentro de la propia Unidad, de los procesos de dolor canceroso incoercible, neuralgias, neuropatías diabética, vascular y postherpética, dolor regional complejo, lesiones medulares con dolor neuropático, síndrome del miembro fantasma, cicatrices dolorosas, síndrome postlaminectomía y otros dolores neuropáticos. A todo esto hay que sumar la asistencia telefónica a distancia sobre dolor crónico y la atención conjunta con el médico responsable del paciente en el propio centro de salud y en el hospital.

Además de su actividad asistencial, desarrollan una importante labor docente encaminada al apoyo a los profesionales de Atención Primaria para que manejen de forma adecuada la evaluación y tratamiento del dolor crónico, ya que son los que se encuentran más cerca del ciudadano, algo que se hace también extensivo a los profesionales médicos y enfermeros de Atención Especializada que atienden a los pacientes hospitalizados.