La Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Extremadura (Uex) ha llevado a cabo una investigación sobre las propiedades de la balneoterapia en pacientes con fibromialgia.

Este estudio ha constatado la efectividad de 12 semanas de baños de agua caliente para mejorar la calidad de vida de mujeres con fibromialgia severa, al reducir el dolor y los problemas emocionales, además de aumentar su fuerza muscular.

El investigador Pablo Tomás utilizó una muestra de 34 mujeres con fibromialgia que distribuyó aleatoriamente en dos grupos: uno de pacientes que siguieron un programa de ejercicio físico mixto (fuerza y resistencia) en piscina de agua caliente por la cintura durante 12 semanas, con tres sesiones de 60 minutos por semana; y un segundo grupo de control que no realizó terapia física alguna.

El grupo que se ejercitó en la piscina experimentó mejoras significativas en la vitalidad, la función física, la función social y la salud mental, así como la disminución del dolor corporal.

Respecto a la función neuromuscular, se apreció una evolución favorable de los músculos extensores y flexores de ambas rodillas a velocidades lentas, gracias al efecto relajante del agua caliente. La terapia también resultó beneficiosa para mejorar el equilibrio y la capacidad funcional para subir escaleras, progresos que se perdieron una vez interrumpida la terapia.