Uno de cada cinco abortos que se registran en la región se practica a menores de 20 años. En cinco años, del 2000 al 2004 --último ejercicio con datos oficiales-- se han producido en Extremadura 929 interrupciones voluntarias del embarazo en jóvenes de menos de 20 años, un fenómeno que se ha incrementado un 48% en ese período, según los datos del Ministerio de Sanidad. Al margen de esta franja de edad, año tras año esta práctica es más común en la cumunidad autónoma, donde se realizan una media de cien abortos al mes y en la que el 10% de los embarazos termina en aborto.

En este sentido, en esos cinco años se han registrado en la región 4.814 casos de abortos, de los que 929 fueron de menores de 20 años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada vez son más las mujeres portuguesas que abortan en Extremadura; solo en el último año con datos detallados (2004) la mitad de las interrupciones voluntarias del embarazo fueron de mujeres lusas. Este hecho ayuda a entender el gran salto experimentado en ese año respecto al 2003 en el cómputo total de abortos (1.191 en el 2004 frente a los 914 de un año antes), siendo también el de mayor incidencia entre las menores de 20 años (236 casos frente a 167).

Otro dato significativo de esta tendencia entre las más jóvenes es que el 47% de los embarazos acaban en aborto. A este respecto, las cifras del ministerio avalan que en la región se producen en torno a 9.800 partos cada año, y que este parámetro baja a medida que se incrementan los abortos. Sirva a modo de explicación la evolución experimentada desde el año 2000, fecha en la que hubo 10.042 partos, frente a los 9.763 del año 2004. Además, el porcentaje de abortos sobre el total de embarazos ha pasado en ese período del 7 a casi el 11%.

EDUCACION A la vista de estos números, los profesionales sanitarios vienen demandando una asignatura obligatoria sobre salud sexual desde hace años, ya que consideran que la educación sexual se imparte poco y mal.

En Extremadura hay dos clínicas legalizadas para la interrupción voluntaria del embarazo, una en Mérida y otra en Badajoz, ambas privadas y donde la operación cuesta entre 350 y 450 euros. En el resto de España también son los centros privados los que efectúan la mayor parte de los abortos. En el 2004, de los 84.985 practicados en todo el país, 11.284 fueron en dependencias de titularidad pública, mientras que los 73.701 restantes se registraron en clínicas privadas (el 86%). Una de las causas principales de esta tendencia es la objeción de conciencia que aducen muchos ginecólogos de los centros públicos.

Sin embargo, la situación de Extremadura no es excepcional, ya que se repite en la mayoría de comunidades autónomas. A lo largo de los cinco años analizados el número de abortos ha crecido en España un 33% al pasar de los 63.756 practicados en el 2000 a los 84.985 del 2004. En total, en ese quinquenio se han realizado 375.611 interrupciones voluntarias del embarazo, y los más críticos con esta práctica apuntan a que en el 2007 se superarán los 100.000 abortos en el país, registrándose uno cada cinco minutos.