El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, afirma que la renta agraria esté "estancada" desde hace una década y que es precisa la aprobación de una Ley de Calidad Alimentaria que garantice un precio mínimo por los productos agrarios y que la futura Política Agraria Común (PAC) sea "valiente" en favor del campo.

Así lo señala Lorenzo Ramos en Mérida, donde, junto al secretario general de UPA-UCE de Extremadura, Ignacio Huertas, efectúa un balance del año agrícola y ganadero.

Según el dirigente agrario, el campo sufre "crisis tras crisis" todos los años, no únicamente en los últimos, y "las cuentas no salen por ningún sitio por mucho que el Gobierno que intente que sí le salgan".

En este sentido, subraya que, según el Ejecutivo central, los datos sobre la renta agraria son favorables entre 2010 y 2009 en un cinco por ciento pero, "si se utilizan los datos que se tiene utilizar, creemos que la renta ha bajado un tres por ciento".

"En cualquier caso, el Gobierno se puede entretener en echar las cuentas como le dé la gana, pero a nosotros nos preocupa la situación que están viviendo los agricultores y ganaderos, a quienes no nos salen las cuentas".

Añade que, además, el sector agrario sufre un problema notable, el incremento de los costes de producción por el alza de los precios de los elementos como los piensos para el ganado, en este caso "una barbaridad", y de los carburantes para la maquinaria, que "están por las nubes".

Ante esto, el dirigente agrario reclama medidas como la aprobación de una Ley de Calidad Alimentaria para que los consumidores pague preciso "justos" pero que, a la vez, garantice que los productores puedan "repercutir" sus costes en sus productos y que éstos no beneficien únicamente a los intermediarios.

"Lo que no puede ser es que tengamos que soportar la situación sólo nosotros", matiza Lorenzo Ramos, que señalaque, por ejemplo, el precio del suministro de la energía eléctrica ha subido casi un 10 por ciento con el argumento de que han subido los costes de producción.

Se trata que es preciso "abordar el principal problema del sector agrario, que no tenemos precios" mediante una legislación, "un contrato en el que se establezca unas condiciones mínimas, una negociación colectiva como en el cualquier sector de trabajo".