La organización agraria UPA y la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) han puesto a disposición de las mujeres víctimas de violencia machista sus 40 sedes en Extremadura, donde les prestarán atención y ayuda. Ambas entidades presentaron ayer un protocolo común de actuación mediante el que convierten sus sedes en "espacios seguros contra la violencia de género", donde prestarán servicio a las mujeres que sufren esta lacra en el medio rural.

La presidenta de Fademur, Catalina García, y el miembro de la Ejecutiva Regional de UPA, Antonio Prieto, que presentaron la campaña, mostraron su "profunda preocupación por la drástica reducción de prestaciones y cierres de centros de asistencia o los puntos de encuentro que se está produciendo, sobre todo en el medio rural".

El objetivo principal del protocolo es visibilizar la problemática de la violencia de género en el ámbito rural, donde es mucho más complicado romper con la violencia al ser entornos más cerrados, sin el anonimato y con menos recursos de ayuda. Asimismo, quieren concienciar a la sociedad rural en general de la lacra que supone la violencia de género y de la importancia de denunciarla y dotar su lucha de herramientas prácticas.