¿Cómo vacunar lo antes posible a los más de 4 millones de ovejas de Extremadura para evitar que la mortandad por la lengua azul vaya a más?

Es la pregunta del millón. Tras el anuncio de la vacunación masiva de la cabaña ovina extremeña a partir del 29 de octubre, realizado el jueves por la Consejería de Agricultura, fuentes veterinarias consultadas por este diario aseguran que con la contratación de un centenar de veterinarios a través de la empresa Tragsa, la primera vacunación podría estar completada en dos meses. E inmediatamente se podría iniciar la segunda vuelta, con lo que se cumplirían sobradamente los plazos, ya que la revacunación se realizaría antes de mayo.

Al tener que identificar uno por uno a los animales que se vacunan, un veterinario puede administrar dosis a unas 600 ovejas por día, lo que significa que en unos 65 días cien veterinarios terminarían el proceso.

Respecto a la progresión de la enfermedad, en un primer momento avanzaba por la cuenca del Guadalquivir a un ritmo de 40 kilómetros cada 15 días. La llegada de las lluvias y la bajada de las temperaturas han ralentizado el avance, ya que cuando llueve el mosquito que extiende la enfermedad no vuela, y cuando la temperatura baja de 35 grados su vuelo se hace más lento.

Extremadura y Andalucía son las grandes damnificadas por la lengua azul, ya que en Castilla-La Mancha solo hay focos en dos municipios y Castilla y León está por ahora limpia .

Mientras llegan las dosis, esta enfermedad animal --no transmisible al hombre-- ha matado ya a más de 12.000 ovejas en Extremadura. Los focos de lengua azul declarados en la región se elevaban ayer a 281, frente a los 154 registrados el martes, según datos del Ministerio de Agricultura. Hay 45 términos municipales afectados. Las localidades con más focos son Azuaga, con 86, y Fuente del Arco, con 46. En la provincia de Cáceres, donde la incidencia de este mal se ha triplicado esta semana, al pasar de 13 a 35 focos, la zona más castigada es Coria, con 22.