El presidente de la Asociación Mundial de Cardiología, el español Valentín Fuster, afirma en Cáceres que la sociedad actual no es consciente de que las enfermedades cardiovasculares se convertirán en un futuro "no muy lejano" en una epidemia de proporciones "muy grandes".

Según recoge la agencia Efe, Fuster imparte una conferencia magistral en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón, dentro del programa de actividades del XVI Congreso Nacional de Hospitales, titulada Investigación en problemas de salud cardiológicos y cardiovasculares.

El médico catalán, que recientemente ha ocupado también la presidencia del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CENIC), asegura que el 25 por ciento de la población no conoce si le afecta alguno de los siete factores de riesgo cardiovasculares, "y el 25 por ciento de esas personas sufrirá una patología severa en los próximos diez años".

El cardiólogo subraya que esas personas susceptibles de poder sufrir un accidente cardiovascular, "cuando les cuentan esto, enseguida piensan que ellos estarán en el otro 75 por ciento de la población".

A pesar de los avances de la investigación, en su opinión, la sociedad "ganaría en prevención" si fuera consciente de los siete factores de riego: presión arterial, circunferencia del abdomen, niveles de colesterol y de azúcar, tabaco, ejercicio y edad: más de 55 años en el hombre y más de 65 en la mujer.

En este sentido, asegura que la enfermedad es cada día "más prevalente" y lo que se preguntan los científicos a este respecto es "¿en qué estamos fallando? ¿por qué llevamos hablando de la prevención del infarto de miocardio desde hace veinte años y sus cifras se siguen disparando?".

Fuster destaca que las asociaciones cardiológicas contemplan 30 ó 40 opciones, "dependiendo de la economía del país, alta, media o baja, que propician que la prevención sea totalmente diferente". "El principal problema -ha subrayado- es que la sociedad de consumo cada vez tiene un impacto negativo mayor sobre las enfermedades cardiovasculares, y en cambio cada vez la sociedad se aleja más de la consciencia de los factores de riego".

El presidente del CENIC apostilla en que España "hay muy buenos investigadores, el problema radica en que existe una importante escisión entre lo que es la aplicación de la investigación básica y los investigadores".