El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, desea que el nuevo Estatuto de Autonomía cuente con un capítulo diferenciado dedicado a las relaciones con Portugal.Según recoge la agencia Europa Press, para el presidente la presencia de Portugal en el texto extremeño resulta vital para el desarrollo futuro de la región y una de sus bases estratégicas para los próximos 25 años. Según Varas, esta iniciativa forma parte de lo que denomina "iberismo activo", con el que Extremadura y las Portugal deben conformar una "nueva escena geográfica" en la UE para "conseguir más yendo juntos" desde el establecimiento de compromisos y los objetivos comunes con "generosidad por ambas partes". Así se expresa durante la inauguración del I Foro Sindical Transfronterizo, organizado por CCOO y UGT, y la colaboración de los sindicatos portugueses CGTP y UGT-Portugal, en Badajoz, y en el que participan cerca de 150 delegados, cuadros y dirigentes sindicales de todo los ámbitos.De hecho, Miguel Bernal, de UGT, explica que el objetivo es establecer estrategias sindicales coordinadas que permita poner en común toda la actividad de las 16 organizaciones sindicales, 4 por cada euroregión transfronteriza. Esta estrategia será trasladada, una vez desarrollada en el Foro, a la "autoridad laboral" competente de Lisboa, Madrid, Mérida y Évora para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores transfronterizos, junto al objetivo de coordinar los servicios laborales de ambos lados de la frontera, como la formación o la orientación laboral. Bernal indica que si bien hay diferencias entre ambos lados de la Raya, éstas "no son insalvables", ya que el mayor problema es la "descoordinación" entre ambas legislaciones laborales, de ahí la iniciativa sindical de "crear una estructura común, para el fortalecimiento de derechos laborales y de obligaciones empresarial". Por su parte, Julián Carretero, de CCOO, reseña el cierre, con este foro, de un proyecto Interreg "de largo recorrido" que ha puesto de manifiesto las necesidades de los trabajadores transfronterizos, unos 3.000 entre Extremadura y el Alentejo, con una problemática específica en lo que se refiere a protección social, fiscalidad, relaciones laborales y prevención de riesgo. Carretero observa que la región Extremadura-Alentejo es una zona "estratégica y fundamental" para el desarrollo de sus países, con la vista puesta en un futuro que "nos acerque mucho más y abra las puertas a estrechar el Atlántico" para alcanzar a Iberoamérica y Brasil, como "gran oportunidad" empresarial.