El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, defienda la preservación del medio ambiente y la generación de un modelo equilibrado de desarrollo porque a la región le "interesa", ya que "es un producto que se vende muy bien" y que ha hecho posible que mientras en el resto de España el año pasado el turismo descendió un 6 por ciento, en Extremadura la cifra de visitantes aumentara en un 2 por ciento.

"Eso será por alguna razón", detalla el presidente, que defendió la oferta que se hace en la región, de naturaleza, gastronomía, embalses y espacios deportivos, entre otros, porque es lo que busca la gente "en el día a día" y porque tiene "poco que ver" con la filosofía que se ha defendido hasta ahora de que "la modernidad estaba en la ciudad, y las tradiciones y el pasado en los pueblos".

Según Vara, el modelo de desarrollo pone de manifiesto que "hay mucha gente que está harta de la modernidad y quiere reencontrarse con todo lo que representa el mundo rural, que tiene que ver con la naturaleza, pero también tiene mucho que ver con las personas".

Por todo ello, el jefe del Ejecutivo extremeño insiste en que en "estos tiempos complicados", con 4,6 millones de parados, "todo debe ir encaminado a que la gente pueda lograr un puesto de trabajo" porque "es la única manera de que se pueda ser libre y emanciparse de verdad de la esclavitud que supone no poder tener una forma de ganarse la vida", pero añade que eso "debe estar en perfecto equilibrio con las estrategias que nos marquemos para el futuro".

"Creo que en ese cambio de cultura esta tierra será destino natural de mucha gente que venga a reencontrarse con las cosas y entonces se entenderá que el tiempo pasado no fue tiempo perdido sino ganado, y que la inversión que se ha hecho en un desarrollo sostenible ha sido y es la mejor apuesta para el futuro", concluye.

Vara efectúa estas declaraciones en la inauguración del II Encuentro Internacional de Amigos de los Árboles que se celebra en Cáceres desde hoy y hasta el domingo, en una región en la que hay plantados 600 millones de árboles con una población de 1,2 millones de habitantes, que tiene el 33 por ciento de su territorio protegido y que posee uno de cada tres hectómetros cúbicos del agua embalsada en el país.