El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, instó a los extremeños a "reforzar la autoestima" y ejercer "la autocrítica necesaria" para afrontar el futuro tras un 2009 "que no ha sido un año más, ni un año cualquiera", sino un año "difícil y complicado".

En su tradicional mensaje de fin de año desde el Monasterio de Yuste, el mandatario extremeño tuvo palabras de recuerdo para quienes están fuera de la región, como los soldados que desempeñan tareas humanitarias en Afganistán o Líbano, o los cooperantes internacionales.

Tras un año difícil y complejo "no vale apelar al optimismo o al pesimismo, pero sí hacerlo al compromiso de todos y cada uno", señaló Vara, ya que "cuando una parte del cuerpo se debilita las otras partes tienen que hacer todo lo posible para compensarlo, para ayudar".

Considera "muy importante" en estos momentos reivindicar "nuestros derechos, pero también que seamos conscientes, todos y cada unos de nosotros, de nuestros deberes", indicó.

Ha destacado la importancia de atraer los recursos necesarios para que estén debidamente atendidos "nuestros padres e hijos", en especial "los más frágiles y más vulnerables".

Para Fernández Vara lo más importante "es trabajar para que puedan volver a tener trabajo aquellos que lo perdieron, para que recuperen su empresa aquellos que se les ha quedado en el camino". En su mensaje a todos los extremeños, ha mencionado unas palabras del ex-presidente de la Unión Europea, Jacques Delors, en las que atribuía el origen de la crisis a un descarrilamiento del tren de los valores. Por este motivo, cree que hay que ser capaces "de colocar los vagones del tren de nuevo en la vía cargados de los valores de siempre y del valor del trabajo, del esfuerzo, de la cordialidad, de la solidaridad, de la familia y del valor que tiene de verdad el tiempo para todos".

Con el ánimo de construir "la Extremadura que queremos", ha añadido, también resulta importante "despertar el anhelo y el amor por Extremadura, reforzando nuestra autoestima, ejerciendo la autocrítica necesaria para saber que nos queda camino por recorrer para ser capaces de reconocer aquello en lo que nos hayamos podido equivocar". Son tiempos difíciles "pero no imposibles", dijo, y se mostró seguro de que "podremos mirar al futuro con esperanza".