El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se muestra favorable a la entrada de capital privado en las cajas de ahorro, pero "con tal de que llegue el crédito a la pequeña y mediana empresa" y, por ello, reclama establecer "unos topes, para que las cajas no pierdan su identidad ni su esencia".

Según la agencia Europa Press, Vara recalca que, actualmente, "la prioridad es que llegue el crédito, que llegue la sangre al cuerpo". "Tenemos que aceptar qué cosas que a lo mejor hace un tiempo no veíamos pues ahora las tenemos que ver" y considera que la entrada de capital "es bueno para que se resuelva uno de los grandes problemas de la crisis, que es que el crédito no llega a la pequeña y mediana empresa".

Por ello, el presidente reitera que "con tal de que llegue el crédito a la pequeña y mediana empresa en estos momentos hay que renunciar a determinadas banderas". Sin embargo, defiende que "esa entrada de capital privado con derechos políticos tenga unos topes, para que las cajas no pierdan su identidad ni su esencia".

El SIP de Caja Extremadura

Por otra parte y en cuanto a la decisión del Sindicato Independiente de Caja de Ahorros del Mediterráneo (Sicam) de requerir por vía administrativa a la Comisión Nacional de Competencia (CNC) que "paralice de forma cautelar" el Sistema Institucional de Protección (SIP) iniciado entre CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, al considerar "injusto" el reparto de participaciones entre las cuatro cajas, Vara considera que "todo eso son ajustes que en la negociación y el debate se van produciendo, y posicionamientos", pero aclara que "el tema no es sólo el tamaño que tengan las cajas sino cuál es su solvencia, cuáles son sus niveles de morosidad, y sus niveles de eficacia y de eficiencia".

"Todo eso es lo que ha hecho que el reparto sea de una determinada manera" y resalta que Caja Extremadura "no tiene el 11 por ciento porque sea el 11 por ciento del global de activos, sino porque tiene muy buenos resultados, que aporta al grupo".

Unos resultados que permiten que Caja Extremadura "tenga una representatividad por encima de la que tendría si solo fuera puro y duro sus activos, sus recursos" y comprende que son movimientos "tácticos", con los que "la gente intenta posicionarse para arrimar el ascua a su sardina, pero aquí hay unas condiciones, y un protocolo establecido que es el que se debe respetar".