El nuevo presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, señaló ayer en su toma de posesión, y ante la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que Extremadura necesita que exista para todo el mundo y eso conlleva también existir para el Gobierno. Por ello, añadió, se propone "ser muy exigente" porque considera que Extremadura sin el compromiso del resto de España no puede conseguir bajar de la tasa de paro del 30% que tiene en la actualidad según la EPA (Encuesta de Población Activa). Y añadió: "Solos no podemos". Fernández Vara apuntó que la exigencia no es a cambio de nada, que Extremadura está a disposición del Gobierno "para contribuir, para sumar, para coser, para aunar, para ser capaces de entender que España no es la suma de 17 comunidades autónomas".

El presidente extremeño adelantó que en los próximos días va a pedir una reunión con el presidente Mariano Rajoy, pero que no sea protocolaria "dado que no sirven para nada". En en esta entrevista quiere hacerle partícipe de las necesidades de Extremadura y de lo que puede ofrecer la región ahora que se hace necesario acercar España a los nacionalistas y al revés, que los nacionalistas se acerquen a España.

Guillermo Fernández Vara prometió ayer su cargo como nuevo presidente extremeño en el patio de Naranjos situado delante de la Asamblea de Extremadura en un acto sencillo que se convirtió en multitudinario con ciudadanos en general y simpatizantes del PSOE llegados desde todos los rincones de la región. La presidenta del Parlamento, Blanca Martín, fue la encargada de dar lectura al decreto de nombramiento, pero la representante del Gobierno, Fátima Báñez, no habló en su turno de discurso a pesar de estaba previsto en el protocolo de la Cámara. Con posterioridad, una vez acabado el acto, y al ser preguntada por los periodistas, señaló que el compromiso del Gobierno con Extremadura y con el resto de comunidades es sumar voluntades para crear empleo. "España necesita de la Extremadura emprendedora y valiente. Nosotros vamos a colaborar con la Junta y estoy segura que Extremadura lo hará con España", declaró.

José Antonio Monago, por su parte, felicitó al nuevo presidente y dijo que su victoria electoral ha sido merecida porque así lo decidieron los extremeños. El ya líder de la oposición optó por un discurso personalista a modo de carta dirigida a sus dos hijos, José María y Rodrigo, diciendo que estos años "ha habido buenos y malos momentos, que volveríamos a vivir de nuevo siempre que tuviésemos como compañeros de viaje a las mismas personas con las que hemos contado".

Según indicó, el PP logró lo más difícil, "que quien había asumido la derrota como sistema ganara por primera vez y gobernara cuatro años con rigor y lealtad". Monago aseveró que la reelección "nunca fue una meta" e insistió que cierra una etapa de su vida e inicia otra, en la oposición, donde se propone trabajar para volver a intentar que los extremeños de nuevo le den su confianza.

Después de acto, en declaraciones a los periodistas, dijo tener ya "una sensación de tranquilidad", y ha finalizado apuntando que "se construye región desde el Gobierno pero también desde la oposición".

DESDE 2007 Fernández Vara agradeció la alta presencia de público "que compensa otras ausencias" y relató las diferencias habidas ahora con respecto a su otra toma de posesión, la de 2007, cuando accedió al cargo por primera vez antes de perder las elecciones en 2011, momento en el que aún no había llegado la crisis arrasando sobre todo a los más humildes pero también al resto de la sociedad. Por eso, dijo, ahora hay que recuperar espacios de igualdad haciendo que el orden de prioridades cambie.

"Hay mucha gente al borde de la exclusión social si no lo están ya y esa tiene que ser nuestra prioridad", dijo el presidente extremeño, quien añadió que el primer objetivo para su gobierno "es que este invierno nadie pase hambre ni frío en Extremadura" apuntando a la vez "puede sonar a demagógico, pero suena a realidad y los alcaldes de nuestros pueblos son testigos de las situaciones de exclusión social que se dan todos los días en sus pueblos y en sus calles".

Vara dijo sentirse orgulloso de la escuela pública y de la sanidad extremeña con respecto a cuando empezó la autonomía en 1983, pero a la vez indicó que hay que huir de la complacencia porque una región que ve desahucios, parados, desesperanza en los autónomos y jóvenes obligados a emigrar no puede resignarse. Por eso, indicó su firme voluntad de recuperar como principio la igualdad de oportunidades en Extremadura: "Que nunca más sea la cuenta corriente de los padres lo que condicione la vida de los hijos", sentenció.