El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, no descarta nacionalizar parte de la banca si esta se declara "incapaz" de dar respuesta a las necesidades de pymes y familias. Por ello, reclama ante todo "sinceridad" a los representantes del sector financiero para la toma adecuada de decisiones. Así se pronuncia durante el almuerzo-coloquio del Foro Nueva Economía, al que asistieron dirigentes socialistas como Elena Espinosa, José Blanco, Jesús Caldera y Jordi Sevilla, y de cuya presentación se encargó la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, según informa la agencia Europa Press.

"Si el sistema financiero español no es capaz, o no puede, o no tiene la suficiente capacidad para poder dar la respuesta que hoy necesita la pequeña y mediana empresa, tiene que decirlo", enfatiza el presidente autonómico, para quien la nacionalización está dentro de las posibles decisiones que habrá que tomar si éste fuera el caso.

Por ello, reclama "sinceridad" a la banca sobre su verdadera situación, puesto que "si el dinero sigue sin llegar a la gente" tras las medidas del Gobierno se habrán perdido "cuatro meses" importantes en los que "se destruye tejido empresarial". "Me preocupan los tirones de piel que nos dejemos en el camino", agrega.

"A un banco pueden no exigirle que dé un determinado préstamo si no está en condiciones de darlo, pero tiene que tener sinceridad para reconocer que no está en condiciones de darlo", subraya Vara y señala que para dar con el "tratamiento" adecuado se necesita conocer previamente "todos los síntomas".

En este contexto, hace hincapié en que no se trata de "buscar culpables" ni de hacer "reproches" sino de dar con las soluciones para superar la crisis. En este sentido, destaca el "papel" de las comunidades autónomas y su "responsabilidad" en la dinamización de la economía y el mantenimiento de los servicios públicos.

Al respecto, indica que corresponde a los gobiernos autonómicos garantizar la calidad de la educación, la sanidad y los servicios sociales porque a su entender "su deterioro" derivaría en una "falta de confianza añadida" entre los ciudadanos.

Por esta razón, insiste en la urgencia de convocar una cumbre autonómica, en la que no esté representado el Gobierno, donde se discutan cuestiones que son competencia exclusiva de las autonomías y se homogeneicen asuntos como el calendario de vacunas o las retribuciones en sanidad y "no nos robemos los médicos unos a otros".

A su entender, es momento de que las comunidades tomen cartas en el asunto celebrando una cumbre de este tipo, de la que dijo tener el apoyo del Gobierno, mientras no se lleve a cabo una reforma de la Constitución que haga del Senado una verdadera Cámara territorial en la que discutir ciertos asuntos.

El trasvase de Valdecañas

Entre estas cuestiones a discutir puso el ejemplo del agua, cuestión en la que asegura que su Gobierno está "dispuesto a hablar", también acerca de la posibilidad de trasvasar agua del pantano cacereño de Valdecañas al Segura. "Si a mí me sobra y a otro le falta, no me puedo negar".

De esta forma, incide en la necesidad de elaborar un plan de cuencas que establezca con nitidez capacidades, disponibilidades y necesidades y rechazó que "estar dispuesto a hablar" sea sinónimo de "claudicar". Así, defendió que esta es una posición "coherente" con el rechazo a la publicación de las balanzas fiscales.

En opinión del presidente extremeño, la publicación de dichas balanzas es "abrir una puerta peligrosa" y recordó al respecto el artículo 31 de la Constitución "habla de ciudadanos y no de territorios" y establece que "todos los ciudadanos contribuirán al sostenimiento del gasto público según su capacidad económica".

En esta línea, se refiere a las negociaciones para la reforma de la financiación autonómica y subrayó el "esfuerzo" del presidente del Gobierno y de las comunidades para alcanzar un acuerdo, algo que vio muy posible si "detrás" de la reforma de la financiación no hay además una reforma encubierta de la Constitución.

"La solidaridad la marca el Gobierno", concluye el presidente extremeño, quien advierte que si las negociaciones en torno a la reforma de la financiación autonómica se alejan de ese principio será "muy difícil, sino imposible" el respaldo del Ejecutivo extremeño a una propuesta que no garantice la "igualdad" de todos los ciudadanos.