La presentación de los presupuestos generales de la Junta, que según el Estatuto de Autonomía deben entrar antes del 15 de octubre en la Asamblea, se retrasará hasta "finales de este mes o principios del siguiente", a la espera de que el Ministerio de Hacienda apruebe el plan económico financiero que ha presentado Extremadura para alcanzar el equilibrio en las cuentas públicas durante los próximos tres años. Este plan de ajuste, remitido el miércoles a Madrid, incluye una subida de impuestos con un impacto de al menos 50 millones de euros y un recorte de "entre el 4% y el 5%" en las cuentas autonómicas del 2016 (entre 214 y 268 millones menos), de forma que no superarán los 5.097 millones de euros.

El líder del Ejecutivo, Guillermo Fernández Vara, explicó ayer que se trasladará a la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, la imposibilidad de cumplir los plazos establecidos "por razones obvias", aunque aseguró que en cualquier caso las cuentas estarán aprobadas para entrar en vigor el 1 de enero. "Tenemos la obligación de hacer un presupuesto que responda a la realidad", dijo Vara, que justificó la subida de impuestos alegando que es necesario "ingresar más y gastar mejor" para "arreglar el problema de las listas de espera y poder pagar a la gente a tiempo".

TRES AÑOS El plan de ajuste que ha presentado Extremadura tiene por objetivo alcanzar el déficit cero en tres años, reducir la deuda y cumplir con los plazos de pago a proveedores. Vara insistió ayer en que si la rebaja del déficit se hiciera en un año, "se destrozaba la vida a mucha gente" y por ello ha pedido un plazo de tres al Ministerio de Hacienda. De esta forma, el ajuste de las cuentas, que este año será de entre el 4% y el 5% --la cifra irá bajando de forma progresiva en los próximos ejercicios hasta que se alcance el déficit cero--, no afectará a educación, sanidad y políticas sociales. A cambio, se sacrificarán las infraestructuras, que dependerán de los fondos estatales y europeos que reciba la región. Además del ajuste presupuestario y de destinar a la consolidación fiscal el aumento de los ingresos del Estado que lleguen en los próximos años, el plan de ajuste incluye una subida de impuestos que consiste básicamente en restituir los tributos que se modificaron en la última rebaja fiscal que aplicó José Antonio Monago.

Al respecto, Vara criticó ayer que el anterior Ejecutivo bajara los impuestos al tiempo que "condenaba" a 100.000 extremeños a no aparecer en ninguna lista de espera sanitaria --denunció la semana pasada que además de los casi 190.000 pacientes que conforman las listas de espera, hay otros 100.000 esperando sin cita asignada-- y a los proveedores a no cobrar las facturas pendientes, que en algunos casos se están abonando con hasta 400 días de retraso y los correspondientes intereses de demora en el Servicio Extremeño de Salud (SES). "Esto no es un debate sobre subida o bajada de impuestos, sino de si se defiende o no lo público, de que la sanidad sea sostenible", dijo Vara, que acusó al PP de "tener un plan perfectamente orquestado para desmontar el sistema público de salud y de ser un partido al servicio de los negocios". "Necesito como el comer solucionar el problema de las listas de espera sanitaria", reiteró el socialista, que apuntó que ante esta situación, sería "una irresponsabilidad" reducir ingresos por cumplir sus compromisos --en referencia al canon del agua, que se comprometió a eliminar en seis meses-- en lugar de contratar a profesionales para reducirlas.